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lunes, 31 de diciembre de 2012

DOCUMENTAL SOBRE LA MASTURBACIÓN



Este documental se rodó en Los Placeres de Lola queriendo desmitificar esta practica sexual. Si todas y todos lo hacemos, si nos proporciona placer, si nos ayuda a conocernos más, a querernos y cuidarnos y a tener mejores relaciones sexuales con otras personas, nuestra pregunta es ¿qué hace que nos avergoncemos de masturbarnos? Normalmente la edad de inicio de la masturbación, sobre todo en mujeres es bien temprana, en ese momento no nos sentimos culpables ni nos avergonzamos, entonces ¿en qué momento de nuestras vidas surge la vergüenza y por qué?
Para ver el documental pinchad aquí

domingo, 30 de diciembre de 2012

VIDEO CENSURADO DE FEMINISTESINDIGNADES:Tres pasos sencillos para hacerte feminista

NO DEJÉIS DE VER EL VÍDEO CENSURADO....AQUÍ


DISFRUTA DE TU NUEVA VIDA!!!



"Ahora que estamos recuperando nuestras plazas,también podemos proponernos el debate sobre nuestros espacios a las casas, en la vida cotidiana, en la realidad del día a día. Debatir el lugar de la familia, los roles que sostiene , los autoritarismos que reproduce como lugar de afirmación del patriarcado. Imaginar nuevas formas de vivir nuestras relaciones, en casa, en la plaza y también en as organizaciones que van naciendo o trasformándose atravesadas por este tiempo histórico insurgente"
Claudia Korol, en Buenos Aires


http://feministesindignades.blogspot.com.es/2012/03/aquest-8-de-marc-pren-el-carrer.html
http://www.caladona.org/2012/03/els-videos-censurats/


sábado, 29 de diciembre de 2012

HIJA MÍA, TÚ NO NECESITAS SER UNA “NIÑA BUENA”…


Hija mía, tú no necesitas ser una “niña buena”, porque los niñ@s son niñ@s, no son buenos ni malos, y desde que naciste sé que eres mágica e irrepetible, como cada niñ@ que nace… tú solo tienes que ser tú. 

Sé que para ti no existen las palabras “bueno” y “malo”, ni siquiera las expresiones “portarse bien” o “portarse mal”. Sé que eso no lo vas a aprender en casa, pero estás escolarizada y te relacionas con gente de muchos tipos, por lo que esa visión “blanco o negro” del mundo -que tanto nos gusta a los adultos- algún día te llegará.

Necesitas saber (ya te lo vamos explicando) que cada persona actúa en cada momento lo mejor que puede, que todos tus actos son tuyos, que tienes derecho a enfadarte, a estar triste, a estar contenta, nerviosa, a tener miedo, a ser feliz… pues todas tus emociones son válidas y te ayudan a avanzar en tu camino. Tu padre y yo estaremos gustosamente a tu lado para acompañarte cada vez que nos necesites. 

Hija mía, tú me has enseñado a vivir mis emociones (también las negativas) y, sobre todo, a desprenderme de ellas, a no apegarme… sigue así. Vive las tuyas como has hecho siempre y déjalas ir. Que el centro de tu vida seas tú y no los demás (ni siquiera yo o papá) porque cuando una está centrada, la armonía y la empatía imperan. Tú nos lo demuestras día a día. 

Gracias, hija, por tus días revueltos, que nos sirven de espejo a ambos; gracias por hacernos crecer como familia; por tu enorme manejo de las emociones a pesar de tu corta edad, por tu sabiduría en el conflicto, por tanto amor incondicional, por tanta paz. 

Yo fui una “niña buena” y como madre te libero de tener que serlo porque no es sano. 

Ser una niña buena significa ceder parte del control de tu vida a los demás; intentar agradar a las personas que más quieres, de manera inconsciente, a costa del propio dolor o de la injusticia; obedecer a los mayores (padres, profesores etc) dejando a un lado tus propios deseos; no permitirte el enfado, ni la rabia. 

Ser una niña buena significa caer en el rol de ser demasiado madura para tu edad y perderte parte de tu infancia. Significa tender a la perfección y a la excelencia, una trampa del mundo de los adultos para cortar las alas. 

Hija mía, ser una niña buena significa (a veces) por desgracia enfermar. Enfermar para escapar de la presión de un mundo familiar y escolar que limita la propia creatividad, la libertad y el juego de experimentación de la vida, que pone en una jaula los propios deseos y algunas emociones, bajo el disfraz de que es por tu propio bien. 

Yo fui una niña buena que sobrevivió (hoy puedo decir que soy una adulta desobediente y creativa) pero sufrí un buen rato en el camino.

Yo fui una niña buena que supo acompañarse de buenos terapeutas y crecer.
Como madre, yo te libero de todo ello:

te libero del chantaje emocional que no te estamos enseñando, 

te libero de algo que tú desconoces: los premios y los castigos, que por desgracia rigen una parte del mundo y del sistema educativo tradicional. 

te libero del “si (no) haces eso me enfado, me voy o no te quiero”.

te libero del "porque lo digo yo" o del "porque soy tu padre/madre"

te libero de la necesidad de actuar para agradar a los demás, incluidas yo misma  o papá. 

Y hablaré (y discutiré sobre ello) con quién haga falta: educadores, profesores, conocidos, familia… y siempre me tendrás de tu lado, porque lo único que quiero y a lo que aspiro es a que seas feliz… 

Como la madre loba que soy, defenderé tu LIBERTAD



Pd: ya te he explicado que Papa Noel no lo ve todo, como me cuentas que te ha dicho tu educadora;  ni trae los regalos por ser buena,  como se dice por ahí; así que te puedes comportar libremente, como has hecho siempre…


Myriam Moya Tena

jueves, 27 de diciembre de 2012

“ANARQUISMO Y SEXUALIDAD”, POR HELENA ANDRÉS GRANEL

[Leer en PDF]

Este trabajo apareció originalmente en la Revista de Estudios Libertarios Germinal, editada en Madrid, España. Para efectos de citación, pueden descargar el archivo original en formato PDF.



Tradicionalmente la sexualidad se ha concebido como un ámbito de la experiencia humana situado al margen del discurso, y concretamente, al margen del discurso político, al ser entendida como una pulsión o instinto natural(1). Sin embargo, lejos de estar inscrita en la naturaleza, la sexualidad se construye discursivamente (2) y desempeña un papel esencial en la conformación de un determinado orden social. De esta forma es regulada de distintos modos en los distintos sistemas sociales, que propician, favorecen e institucionalizan determinadas formas de expresión sexual al tiempo que actúan de forma coercitiva o directamente prohibitiva con respecto a otras que se consideran potencialmente peligrosas y desestabilizadoras del orden social.
Sexualidad y reproducción son reguladas socialmente, al tiempo que las modificaciones y transformaciones en los discursos y las prácticas sexuales constituyen un aspecto trascendental, y no marginal, en los procesos históricos.

Es por ello que la sexualidad debe ser historizada, es decir, analizada y contemplada desde una perspectiva histórica y sociocultural.Como construcción sociocultural e histórica, la sexualidad no se encuentra aislada del ámbito político, sino que constituye en sí misma una cuestión política, siendo el sistema sexual parte esencial del sistema social. Desde esta perspectiva es especialmente interesante el análisis del discurso anarquista con respecto a la sexualidad. Esto es así por dos razones fundamentalmente: en primer lugar, el anarquismo conectó abiertamente las esferas política y sexual, al considerar que el proceso de cambio social debía darse de forma paralela en el ámbito personal y en el político; en segundo lugar, en consecuencia puso en circulación discursos alternativos y contra-hegemónicos con respecto a los discursos dominantes sobre la sexualidad, de forma coherente con su concepción de lo que debía ser una organización social antiautoritaria.
  • Educación sexual y lucha contra la ignorancia en esta materia.
  • Abolición de la prostitución y lucha antivenérea.
  • Libertad sexual de la mujer.
  • Maternidad consciente, control de la natalidad y propaganda neomalthusiana (36).
  • La anticoncepción, practicada por las clases cultas, debe dejar de ser un privilegio para convertirse en un derecho. La disminución de las tasas de natalidad no entraña un peligro para la conservación de la especie aunque sí perjudica a la presente organización social al disminuir “la carne de cañón y el número de brazos”. El obrero tiene derecho a mejorar su posición económica y “no aumentar el número de los sin trabajo”.
  • Existen, además, razones de orden eugénico y médico: tal es el caso de los individuos que no deben reproducirse por padecer enfermedades hereditarias o taras transmisibles.,
  • Es necesario disociar la práctica sexual de la procreación y reconocer el “derecho a la cópula no reproductora, el derecho a gozar del amor por el amor mismo”.
  • Lo moral es “limitarse a tener solamente los hijos que bien se pueden criar y educar”.
  • Desde ningún punto de vista es más defendible el neomalthusianismo que desde el de la maternidad consciente. Derecho de la madre a serlo plenamente y a dejarlo de ser. Emancipación de la mujer de la esclavitud de su sexo: el parir incesantemente (37).
Revista Germinal, n°5, Abril, 2008
No quiere esto decir que los autores anarquistas impusieran una ruptura absoluta con respecto a los discursos dominantes. Por el contrario, muchas de sus concepciones sobre la naturaleza de la sexualidad humana, y sobre lo que en ella era “normal” o “desviado”, los reprodujeron de forma acrítica erigiéndose nuevamente en discurso regulador de la sexualidad. Así, al tiempo que combatían los prejuicios religiosos sobre el sexo, con frecuencia adoptaban posturas esencialistas con respecto a la diferencia sexual. Toda propuesta innovadora se inscribe en un contexto sociohistórico pudiendo difícilmente desvincularse de una forma radical de las concepciones generales de su época.
Así, como ha señalado Richard Cleminson en sus trabajos sobre la política sexual en el anarquismo español, esta estuvo siempre caracterizada por una fuerte tensión entre la ruptura y la tradición (3).

          Frente a las concepciones marxistas de toma del poder estatal, el anarquismo propugna el cambio social mediante un proceso de transformación cultural y el desarrollo de nuevos modos de relación de los que estén excluidos la autoridad y la coacción. Al no centrar su crítica social en las relaciones de producción, atendiendo de esta forma a una diversidad de problemas sociales y humanos no circunscritos exclusivamente al ámbito económico, el anarquismo consideró esenciales para la transformación social revolucionaria aspectos como la liberación sexual y la subversión de las tradicionales relaciones de género. La revolución social no podría limitarse de este modo a un cambio en los sistemas políticos y económicos sino que debía incluir un cambio sustancial en los modos de relación entre los individuos, proyecto en el que, necesariamente, tendrían lugar las cuestiones relativas a la vida privada y la sexualidad. Así, el proyecto anarquista de reforma sexual, como parte fundamental de su proyecto de revolución social, incluía como condición esencial la emancipación de las mujeres, la construcción de relaciones de género igualitarias y antiautoritarias y la elevación de una nueva moral sexual que suplantara a la vieja moral burguesa.

Sexualidad y naturismo: hacia el amor libre
Se podría quizá decir que en el pensamiento anarquista español existió cierta tensión entre las concepciones esencialistas y constructivistas de la sexualidad. Esta aparente contradicción no lo es tal sin embargo, si tenemos en cuenta cuál era su concepción de la naturaleza humana y de la sociedad. Para la mayoría de teóricos anarquistas, la sexualidad era concebida como un hecho biológico natural, reprimida por la coacción de una moral calificada de absurda e hipócrita que, partiendo de la concepción cristiana de la negación del placer y la misoginia, la asociaba al pecado y la perversión.
Por otro lado, esta misma moral coaccionadora y represiva está configurando unas determinadas pautas de comportamiento sexual, que no son naturales sino socialmente construidas. Como ha señalado Álvarez Junco, las corrientes revolucionarias se han caracterizado, en contraposición a las conservadoras, por la valoración positiva de lo natural y el rechazo a lo artificial y convencional (4). El pensamiento libertario constituye el ejemplo paradigmático al propugnar la vuelta del ser humano a la Naturaleza y vincular abiertamente anarquismo y naturismo:
“Siempre predicaron los anarquistas la vuelta del hombre a la naturaleza; en efecto, todas las anomalías, injusticias y opresiones, radican en haberse alterado las leyes naturales, en perjuicio de unos, para favorecer a otros. (…) Las ideas naturismo y anarquismo van tan íntimamente unidas, que no pueden separarse “(5)

          Desde la perspectiva libertaria, la explotación, la injusticia y la desigualdad significan un quebrantamiento de las leyes naturales. Como males artificiales, la ley, la propiedad y la autoridad crean un medio social inarmónico que corrompe al ser humano desnaturalizando su conducta (6). Por el contrario, la naturaleza es orden y armonía, la naturaleza es, en esencia, anárquica. Y también en el ámbito de la sexualidad, la oposición entre naturaleza y sociedad, instinto y ley, sería una constante en el discurso anarquista. “La sociedad, ciegamente, se enfrenta contra el instinto, contra la Naturaleza, y legisla, codifica y organiza el amor”, escribía la anarquista individualista brasileña María Lacerda de Moura (7). Frente a los artificios y leyes que coaccionaban la plena expansión de la libertad humana, incluyendo la expresión de su naturaleza sexual, su defensa de la liberación sexual y el combate contra esta moral coaccionadora y represiva se realizará de dos formas: bien defendiendo la legitimidad del deseo sexual como fuerza instintiva y natural, fuente de salud y placer, o bien insistiendo en el carácter cultural y artificial de las normas de comportamiento sexual, que se fundamentan en valores históricos y sociales y son, por tanto, modificables.
Los anarquistas propondrán así una reforma sexual cuya finalidad será la destrucción de esa vieja moral burguesa, estrechamente vinculada a los valores de la sociedad capitalista, y la elevación de una nueva moral. De acuerdo con las tradicionales concepciones ácratas, que consideraban que el ser humano se había apartado de la naturaleza al obedecer a unas leyes que contradecían sus derechos naturales, esta nueva moral no podía ser otra que la “moral de la naturaleza”, aquella acorde a una supuesta naturaleza humana esencial. Las propuestas anarquistas de liberación sexual, en consecuencia, otorgarían un lugar privilegiado en su discurso a la cuestión del llamado “amor libre”.

          Frente a cualquier intento de institucionalización y reglamentación sociopolítica de las relaciones amorosas, la sexualidad debía expresarse libremente de acuerdo a la propia naturaleza humana. Y a grandes rasgos el anarquismo concebía que era la libertad la esencia de esta, aquello que definía al ser humano como tal, concediéndole su capacidad creativa y de transformación, de forma que las formulaciones rígidas, autoritarias y dogmáticas no significaban sino trabas al desarrollo del potencial humano.
Las críticas anarquistas se centraron en el autoritarismo y la jerarquización inherentes al modelo de familia “burguesa”, cuestionando la posición subordinada de las mujeres en la misma, así como los intereses económicos que condicionaban los matrimonios. Así, el concepto libertario de “amor libre” nacía en el siglo XIX como una reacción contra la moral sexual dominante. Para los anarquistas, la familia debía fundamentarse pues en el amor, no en el interés, y el propio amor, en la libertad, como sentimiento “natural” y por tanto ajeno a toda reglamentación o mandato social. Su discurso constituía de esta forma una crítica de carácter profundamente moral a la mentira, la hipocresía y la intervención de intereses materiales en las relaciones interpersonales pero también a las relaciones de poder. El matrimonio y la familia, instituciones fuertemente patriarcales, se fundamentaban además en el ejercicio del poder masculino y la llamada “doble moral sexual”, que juzgaba de modo muy desigual los comportamientos sexuales de varones y mujeres:
“Oímos diariamente hablar demasiado de la libertad de los oprimidos y de la noble causa de la justicia social. Pero no oímos nunca, salvo en muy contadas ocasiones, que esos mismos apóstoles libertarios se refieran a la necesidad de declarar íntegramente libres a las mujeres. Queremos dejar de ser esclavos de los fuertes, pero no queremos dejar de ser tiranos de los débiles. Hay una cruz más pesada que la esclavitud económica de los asalariados, y es la esclavitud de la mujer, paria entre los parias, obrero sin salario y sin relevo, que está día y noche al servicio de su amo, llámese éste marido, padre, hermano, tutor o amante. (…) Consecuente con la nueva ética destinada a regir la nueva sociedad (…) surgirá naturalmente una sola moral para los dos sexos y esa nueva moral no podrá admitir sino uno de estos dos términos: “mujeres castas para hombres castos” o “mujeres libres para hombres libres”; pero nunca el de “mujeres castas para hombres libertinos”. Mas, como lo primero es imposible, por ser contrario a la naturaleza sexual humana, razón por la cual ha fracasado en todos los pueblos donde se practica la extorsión legal del matrimonio monogámico; y como la única moral concebible para una sociedad que aspira a liquidar la mentira, el fraude, la simulación y la hipocresía como fundamento de sus costumbres sería la moral basada en las leyes supremas de la naturaleza, es claro que lo primero falla por su artificialidad” (8)

           Junto a la institución matrimonial, la prostitución sería también duramente atacada por los anarquistas, que subrayaban el aspecto económico y los conceptos religiosos sobre el sexo como sus causas determinantes.
Siendo una consecuencia directa de la sociedad capitalista, y de la “moral del matrimonio impuesta por la Iglesia y sostenida por el Estado”, solo con la transformación revolucionaria de la sociedad era posible su desaparición.
“La prostitución o trata de blancas, como antes lo fuera la esclavitud, es la lógica consecuencia del régimen actual de convivencia social. (…) Solamente puede desaparecer con la causa que lo origina, la sociedad capitalista.” (9)

          Asimismo en muchas ocasiones se entendía que el matrimonio, en la sociedad del momento, representaba una garantía de seguridad para las mujeres, ante el temor de ser abandonadas teniendo hijos, señalando la dificultad que para ellas implicaba la puesta en práctica del amor libre en una sociedad que les negaba la igualdad económica, política y sexual. Era también necesaria la construcción de una nueva sociedad para la realización efectiva del amor libre. En definitiva, matrimonio y prostitución serán sometidos a juicio crítico y rechazados como instituciones antinaturales fundadas sobre la propiedad, la autoridad y la opresión que, lejos de conectar con la verdadera naturaleza sexual humana, no son sino pilares que sustentan el orden social capitalista.

             Ya el socialista utópico Charles Fourier, cuyo pensamiento cuenta con una considerable presencia de componentes libertarios, había imaginado una sociedad antiautoritaria, a la que llamó “Armonía”, caracterizada por la ausencia de aparatos estatales y gubernamentales, basada en la espontánea asociación de individuos (10), y había realizado una amplia critica al sistema de género imperante y a la regulación política de las pasiones, que en un orden social libre deberían circular libremente, sin trabas ni coacciones de ninguna especie. Así, sostenía que el adulterio y la prostitución, basados en el engaño y la opresión, no eran sino el producto de un sistema opresivo fundado sobre la institución matrimonial, la monogamia y la fidelidad. Este autor consideraba además que el estatus de las mujeres en la civilización era de esclavitud, y que la libertad de las mujeres era condición necesaria para la existencia de una sociedad justa. Fourier fue sin duda más lejos que la mayoría de los críticos sociales de su tiempo e incluso posteriores, al superar cualquier forma de esencialismo sexual y defender abiertamente formas de expresión sexual fuertemente condenadas por la sociedad, afirmando que no existían conductas sexuales desviadas o incorrectas .(11)
Muchas de las críticas anarquistas al matrimonio y la familia, implicaron no obstante más bien una crítica al matrimonio burgués en su aspecto jurídico y económico, de modo que el “amor libre” significaba en la mayoría de las ocasiones únicamente “unión libre”, unión sin intervención civil ni religiosa que, no obstante, mantenía intactos, especialmente en la práctica, los modos de relación que cuestionaba a nivel teórico.
Esta unión libre que reproducía los errores de la unión matrimonial fue también objeto de cuestionamiento y crítica. Para Federica Montseny, el modelo a seguir en cuanto a moral sexual no será otro que “la pura moral de la Naturaleza”, llegando a poner como ejemplo a los animales que, tras saciar el amor, “se separan, continúan sus vidas individuales, sus vidas que ninguna moral, ninguna ley, ninguna religión regula”(12). La familia se fundamentaba generalmente en la sumisión de la mujer, que debía por ello “convencerse de que el matrimonio legalizado o la unión libre, cualquier norma reguladora del amor y basada en la convivencia, es perjudicial para ella”. Así insistía en que el verdadero amor libre no ha sido por nadie puesto en práctica hasta el momento puesto que este tan solo se ha diferenciado del antes conocido por prescindir de la consagración religiosa o civil. En las uniones libres, la mujer continúa en una posición subordinada con respecto al hombre, que coacciona su libertad. Asimismo la convivencia y la coacción ponen fin, irremediablemente, al amor. Para ella, la solución se encontraba en el individualizamiento, en el amor sin convivencia y la desaparición
del hogar (13).

             La pareja fue ampliamente cuestionada por algunos como una institución sexual “a favor del macho”, y “extraña a la naturaleza psicosocial del ser humano”, en palabras de Mariano Gallardo, que sometía también a crítica el hecho de que fuese el ideal de realización sexual de la especie humana en base a una falsa idea acerca de la inferioridad natural de las mujeres. Su visión era sorprendentemente lúcida si tenemos en cuenta que la apelación a las “leyes de la naturaleza” ha sido habitualmente utilizada para justificar la división sexual y la opresión social de las mujeres. De esta forma llega a plantear que las formas de asociación sexual socialmente legítimas, en este caso la pareja constituida por mujer y hombre, no se fundamentan en unas leyes naturales sino que constituyen un régimen político, de acuerdo con las conveniencias de un determinado orden social:
“Por ley de naturaleza el sexo humano es igualitario. (…) La pareja humana no está fundamentada en las leyes reguladoras de la vida sexual de nuestra especie, sino en las conveniencias particulares de una clase social, de un sexo o de una religión, o bien de un determinado régimen político. (…) No es cierto que la mujer sea inferior al hombre. (…) téngase en cuenta que esa pregonada inferioridad es puramente artificial, fruto inevitable de una civilización” (14).

          Diversos autores se preocuparon así por la elaboración teórica de propuestas encaminadas a la construcción de nuevos modos de relación en el ámbito amoroso. Uno de los principales teóricos del “amor libre” fue el anarquista individualista francés Émile Armand. Su ideal de liberación sexual, tenía origen en las teorías de los socialistas utópicos, principalmente en Fourier que, como hemos visto, había propuesto la experimentación por parte del individuo de todas las formas posibles de amor y asociación, lo que además propiciaría la liberación de la mujer. Director de la revista L´En Dehors en Francia entre 1922 y 1939, las ideas de Armand encontraron eco en ciertos sectores libertarios españoles al ser sus artículos divulgados en La Revista Blanca, dirigida por la familia Urales, y en la revista valenciana Estudios. En ellos expuso sus ideas acerca de una sexualidad sin trabas, proponiendo revolucionarias alternativas a la familia (15). Contra ella dirigió fundamentalmente sus críticas, al calificarla como “un Estado en pequeño”, así como hacia los celos, que podían ser de tipo propietario, sensual y sentimental y que no significaban sino un sentimiento autoritario basado la necesidad de dominio, por lo que debían ser tratados como cualquier “pasión enfermiza” y combatidos mediante la abundancia sexual y sentimental.
Armand establecía además una relación explícita entre la moral sexual tradicional y el autoritarismo, entre la estructura sexual y política de la sociedad:
“El Estado tiene, en efecto, un gran interés por que las relaciones sexuales tengan como corolario el establecimiento de la familia, porque esta es la imagen reducida de la sociedad autoritaria” (16).
Desde este punto de vista, la familia es rechazada puesto que se entiende como la unidad básica de la organización social presente, como institución fundada en relaciones de poder, en que la esposa obedece al marido, así como la propia infancia aprende también ya a obedecer, por tanto como institución de reproducción del orden social. Frente al amor esclavo de las sociedades autoritarias, debía oponerse el amor libre de la sociedad anárquica. El anarquismo debía combatir el amor celoso como una “categoría del arquismo” y la monogamia, artificial, sería derrocada por un régimen de “camaradería amorosa”. Por ella entendía “una concepción de asociación voluntaria que engloba las manifestaciones amorosas, los gestos pasionales y voluptuosos” (17).
“La fórmula del amor en libertad, todos a todas, todas a todos, está llamada a ser la preferida del medio anarquista” (18).

          Sin duda, la propuesta armandista apuntaba a un profundo cambio en la psicología amorosa de los individuos de forma que el amor “perdería gradualmente su carácter pasional para llegar a ser una simple manifestación de compañerismo”, una forma de amor más acorde a un medio social en que la libertad individual fuese plenamente respetada y que al tiempo propiciaba los sentimientos de solidaridad y amor en la colectividad, al no quedar circunscritos al ámbito egoísta y propietario de la familia. Pero esta concepción no estaría exenta de críticas. A ella, María Lacerda de Moura opondría, siguiendo a Han Ryner, su propuesta de “amor plural”.
Así, establecería una interesante discusión con Armand, que podemos seguir en la prensa libertaria española de los años treinta. Si bien compartía su idea de lucha contra los celos, contra el instinto de propiedad sexual, desde un punto de vista particularmente feminista, combatió abiertamente el concepto de “camaradería amorosa” que, a su modo de ver, “esclaviza a la mujer, la hace servil y mata el verdadero amor; es el retorno a la promiscuidad, el comunismo sexual degradante, en el cual la mujer continúa representando el papel de cosa, objeto de placer”.
Por ello esta autora se expresó tanto en contra de la estricta monogamia como del “comunismo sexual”: “la unión monógama y la familia indestructible son la base y sostén de la religión, del Estado, y de la propiedad privada”. La liberación sexual de la mujer es condición esencial para la emancipación humana. El individuo “que impone a la mujer un amor único, uniforme, para toda la vida, que monopoliza, que sojuzga y coacciona las expansiones sexuales femeninas constituye un enemigo inconsciente de la emancipación humana y un obstáculo para el progreso ético de la Humanidad”(19).

        Sin embargo, “la amistad, la simpatía y el amor no se imponen”. El amor debía ser una elección individual espontánea, no reducible a la mera satisfacción del instinto sexual al margen de cualquier afinidad afectiva, y por ello la fórmula de amor plural era a su modo de ver la más adecuada a la naturaleza humana. Por otra parte, también estaba presente en sus textos la idea, en cierto modo esencialista, de que la naturaleza femenina repugna la promiscuidad y que “el amor de la mujer es más sentimentalista que sexual” (20).

         Errico Malatesta fue otro de los muchos anarquistas que escribieron sobre amor libre, si bien lo hizo problematizando el concepto. Los males del amor, sostenía, no son modificables sino por lenta evolución, los celos, pese a ser un “sentimiento lamentable”, no son modificables a voluntad y un cambio en el régimen político y económico no es suficiente para transformar “los sentimientos de los hombres”:
“Algunos dicen que el remedio se hallaría en la abolición radical de la familia, la abolición de la pareja sexual más o menos estable, reduciendo el amor al solo acto físico o, mejor dicho, transformándolo, con el añadido de la unión sexual, en un sentimiento semejante a la amistad, un sentimiento que reconozca la multiplicación, la variedad, la simultaneidad de los afectos. ¿Y los hijos? Hijos de todos. (…) Se nos dice, eliminadas las cuestiones de intereses, todos los hombres serían hermanos y se amarían unos a otros. (…) Pero aún esto no es el amor. Amar a todo el mundo se parece mucho a no amar a nadie. (…) Por lo demás, el amor es lo que es. Cuando se ama fuertemente, se siente la necesidad de contacto, de la posesión exclusiva del ser amado. Los celos, comprendidos en el mejor sentido de la palabra, parecen formar y forman generalmente una sola cosa con el amor. El hecho podrá ser lamentable, pero no puede cambiarse a voluntad” (21).

          No hubo, como podemos ver, uniformidad ni homogeneidad, sino una diversidad de discursos acerca de lo que el amor libre debía significar, aunque todos ellos, en resumidas cuentas, apuntaban al individualismo y la autodeterminación del individuo en materia amorosa. De esta forma, y pese a sus divergencias, parecían confluir en una idea común: la necesidad de eliminar el autoritarismo en las relaciones sexuales, la lucha contra la existencia de un único modelo de relación socialmente legítimo y la defensa de la diversidad en este sentido, de acuerdo a los distintos temperamentos individuales. En cualquier caso las formas de vida sentimental o sexual debían decidirse “a posteriori” y no “a priori”, estar abiertas a la comparación, la experimentación, la tentativa o el ensayo (22).
“En relación con el amor, la anarquía no puede decir sino una sola cosa: abolición del matrimonio oficial, de las leyes que lo regulan, de la esclavitud económica que lo impone, de la prepotencia del macho sobre la hembra, que es el origen o la consecuencia de ese matrimonio. (…) ¿Pluralidad de amores? ¿Amor único? Será lo que será. (…) El amor es un sentimiento muy complejo y una necesidad muy individual, muy diversa en sus mil manifestaciones para que los anarquistas puedan adoptar al respecto una sola y exclusiva teoría y regla de conducta (23).”
Y el propio Armand expresaba:
“Cuando los individualistas reivindican la libertad de la vida sexual -en todas las circunstancias: tanto fuera como dentro de la unión-, no se pronuncian ni a favor ni en contra de la unicidad o pluralidad en el amor. Dogmatizar en este sentido o en el otro es igualmente antiindividualista” (24).
Por su parte, Mariano Gallardo sostenía que, dado que no todos somos iguales, y que“en la Naturaleza no hay nada sistemático ni rutinario”, tampoco en el dominio del amor debía haber reglas o fórmulas únicas:
“Una fórmula de amor única para todo el mundo, es un desatino, y no tiene nada de naturista. Lo natural, creo yo, es que cada cual tome el camino que más de acuerdo esté con su peculiar manera de ser. El que se sienta monógamo, que lo sea. La mujer que precise tres maridos, que los tenga. Y la que no quiera casarse, que no se case. Esto es lo natural” (25).

          Desde su concepción de que el sexo “natural” se hallaba reprimido, condenado a la prohibición, el discurso anarquista respecto a la sexualidad pretendió ser subversivo, erigirse en discurso alternativo y contrahegemónico. Concebirla como un hecho biológico natural y hablar abiertamente, científicamente, de ella, implicaba un desafío al orden social burgués afianzado en el siglo XIX, a su política sexual represiva para la que la única sexualidad socialmente legítima era aquella que tenía lugar en el seno del matrimonio con una finalidad reproductiva.”

Neomalthusianismo y control de la natalidad
Estas propuestas de liberación sexual se hallarían, pues, fuertemente vinculadas a la idea de la necesidad de la educación sexual de forma que la restricción voluntaria de la natalidad y el ejercicio de la maternidad consciente en que se basaba el neomalthusianismo formarían parte esencial de esta apuesta por una revolución en las costumbres sexuales.
“No solamente el ser humano debe conocer qué delicias -sentimentales, emocionales, físicas- nos reserva la vida sexual, sino también qué responsabilidades implica. Una educación sexual seria no debería ignorar el problema de la procreación voluntaria (…). O, en fin, las precauciones a tomar para evitar los peligros temibles de las contaminaciones venéreas. (…) Los individualistas no separan “libertad de vida sexual” de “educación sexual” (26).

        A finales del siglo XIX, ya el pedagogo anarquista Paul Robin había fundado la Liga de la Regeneración Humana en Francia, basada en el principio de combatir la pobreza mediante el autocontrol de la natalidad.
En 1900 se celebraba en París de forma clandestina, dada la prohibición de las autoridades, el Primer Congreso Neomalthusiano Internacional, al que asistieron, entre otros, el propio Paul Robin, Francisco Ferrer Guardia y Emma Goldman. En él se acordaba la creación de una Federación Universal de la Liga de la Regeneración Humana, que se encargaría de luchar en pro de una maternidad libre y consciente. La Liga tendría su propia sección en España desde 1904 y crearía en Barcelona el primer centro de planificación familiar en España (27).
La aceptación de las ideas neomalthusianas sin embargo no había sido unánime. Autores como Federico Urales o Leopoldo Bonafulla, se habían opuesto a la reducción de las tasas de natalidad entre las clases trabajadoras, por considerarla un freno a la revolución proletaria. Las propias concepciones de Kropotkin acerca del apoyo mutuo, la solidaridad y la abundancia de recursos para abastecer a toda la población mundial, oponían al darwinismo social un proyecto revolucionario de transformación social fundamentado
en el reparto equitativo de los recursos (28).
Malthus había sustentado que el crecimiento de la población tenía lugar en progresión geométrica mientras que el crecimiento de la producción y los recursos se efectuaba en progresión aritmética ocasionando un grave desequilibrio. El neomalthusianismo anarquista se basó sin embargo en una peculiar resignificación de sus tesis. La limitación de nacimientos entre las clases populares era para los anarquistas concebida como una estrategia defensiva frente a las condiciones de vida impuestas por el capitalismo y como una estrategia de emancipación femenina, de modo que la preocupación por la superpoblación, aunque contemplada, no fue central.
Si las altas tasas de natalidad eran consideradas como algo beneficioso para el Estado, el neomalthusianismo anarquista significó más bien una oposición directa a los discursos poblacionistas de la burguesía y de los régimenes totalitarios llegando a plantearse, incluso, como forma de resistencia política frente al capital y la guerra (29). Así el “birth control” fue considerado un instrumento emancipatorio en manos del proletariado, manifestándose contra aquellos que opinaban que “haciendo muchos hijos habrá más anarquistas”, y que enseñándoles a ser rebeldes la sociedad cambiará antes. Profundo error. El exceso de población obrera ocasiona paro forzoso y abaratamiento de la mano de obra al tiempo que sirve para nutrir los ejércitos capitalistas. Por ello, los gobiernos fomentan la natalidad “concediendo ridículos premios a las madres de fecundidad extraordinaria.” (30)
María Lacerda de Moura se lamentaba por el hecho de que revolucionarios como Kropotkin o Bakunin hayan sido hostiles al neomalthusianismo, que en sus propias palabras es un “instrumento revolucionario” y “un medio de combate social”.
“Los motivos invocados para desencadenar la represión contra las ideas neomalthusianas resúmense en el siguiente postulado burgués-capitalista-religioso: La patria necesita soldados; la fábrica, obreros, y la Iglesia, fieles” (31).

          Por otra parte, pese a afirmar la necesidad de reducir las tasas de natalidad, Malthus había rechazado explícitamente el uso de métodos anticonceptivos, propugnando la castidad y la abstinencia sexual (32). La ruptura del neomalthusianismo con las ideas de Malthus estribó además en la aceptación, defensa y divulgación de la anticoncepción como forma de control de natalidad. La disociación de reproducción y sexualidad sería, pues, uno de los principales puntos de ruptura del discurso anarquista. Para Armand, la reproducción no constituía una necesidad ni un instinto y las relaciones sexuales no tenían una finalidad únicamente reproductiva. Además, frente a la opinión de los detractores del control racional de la natalidad y en clara ruptura con el discurso médico dominante que había conceptuado a las mujeres como seres maternales y asexuales por naturaleza, consideraba que la maternidad no es la razón de ser fisiológica de la mujer, que debe disponer de su persona para decidir libremente. Así, exponía su tesis individualista
de la procreación voluntaria:
“En un medio basado sobre la explotación y la autoridad, lo que buscamos, nosotros, anarquistas de ambos sexos, es vivir nuestra vida pero sin renunciar a las delicias del amor sexual, ni a las exigencias de nuestra naturaleza sentimental. Para la mujer, pues, la procreación no es una función indispensable en la vida. (…) Los procedimientos preventivos, permiten a nuestras compañeras, ser madres según su voluntad. Es un medio de resistencia de más, contra la opresión y el determinismo de las circunstancias exteriores” (33).
Además de constituir una forma de resistencia, la limitación de nacimientos como vemos implicaba un cambio sustancial en la concepción de las mujeres y de cuál había de ser su papel en la transformación social.
María Lacerda de Moura denunciaba que tanto para los reaccionarios como para los revolucionarios, la mujer no es otra cosa que “una máquina destinada a fabricar carne de cañón o de barricada. Para ellos, no existe el problema femenino. (…) La mujer para ellos está al servicio de la procreación irreflexiva e inconsciente. Es tan solo la matriz fecunda e inagotable, destinada a producir los soldados burgueses, o bien los soldados rojos de
la revolución social” (34).
Y la propia Emma Goldman, también activa propagandista neomalthusiana, escribía:
“¿Quién lucharía entonces en las guerras?, ¿Quién haría de carcelero o de policía si las mujeres se negaran a dar a luz indiscriminadamente? ¡La raza, la raza!, gritan el rey, el presidente, el capitalista, el sacerdote. Hay que salvar a la raza, aunque la mujer sea degradada al papel de pura máquina […]” (35).

          En esta labor de difusión del neomalthusianismo en España (y en América Latina) tendría un papel fundamental la revista Estudios, así como su precedente Generación Consciente, obligada a cambiar de nombre en 1923 a causa de la fuerte represión gubernamental contra la propaganda por la procreación consciente. Ampliamente dedicadas a la publicación de artículos acerca de la sexualidad, ambas pretendían hablar abiertamente de ella, abordarla desde una perspectiva científica y laica, borrando los prejuicios religiosos sobre el sexo que constituían una traba a la emancipación humana.
A través de esta tarea educativa perseguían así incidir en la transformación social considerando que la trascendencia de la cuestión sexual es absoluta por su relación con las cuestiones sociales. Los puntos esenciales de su programa fueron:
        Así, Estudios difundió a partir de los años veinte (al igual que muchas otras publicaciones anarquistas) una amplia información acerca de los métodos anticonceptivos dando a conocer algunas de las principales obras sobre la materia como Contracepción y procreación prudencial, de la doctora Stopes; Medios para evitar el embarazo de G. Hardy, La educación sexual de Marestán, o Generación consciente de Frank Sutor; el folleto de Bulffi Huelga de vientres o Profilaxis anticoncepcional, de Hildegart. En ambas aparecieron además con frecuencia artículos de reformadores sexuales no vinculados al movimiento libertario y que pertenecían sin embargo a un movimiento reformista eugénico, tales como Luis Huerta, Gregorio Marañón, Luis Jiménez de Asúa o Nicolás Amador. Desde sus páginas, Isaac Puente esgrimía los siguientes argumentos en pro del neomalthusianismo:
          Las décadas de los veinte y treinta del siglo XX habían conocido el desarrollo de un movimiento de reforma sexual de carácter eugénico protagonizado por una élite profesional de médicos, abogados o juristas preocupados por la herencia y por cuestiones higiénicas, la mortalidad infantil, o las enfermedades infecciosas. La Liga Española para la Reforma Sexual, integrada en la Liga Internacional para la Reforma Sexual, fue fundada en 1932 por Hildegart Rodríguez, y presidida inicialmente por Gregorio Marañón. Hubo contactos entre ambas corrientes de reforma sexual, la libertaria y la protagonizada por la élite profesional, mas la divergencia de sus planteamientos impidió una estrecha colaboración (38).
A diferencia de los profesionales no vinculados al movimiento libertario, los anarquistas insertaban la reforma sexual en el seno de un proyecto revolucionario más amplio. Sus máximos representantes, los doctores Isaac Puente y Félix Martí Ibáñez (39), mantuvieron posiciones revolucionarias y no concebían una reforma sexual al margen de la transformación de las estructuras socioeconómicas. Y si bien con frecuencia entre los reformadores sexuales anarquistas también eran aducidas motivaciones de carácter eugenésico, estas siempre partían de una perspectiva anticapitalista, teniendo para ellos una finalidad claramente emancipadora.
La ideología neomalthusiana en el seno del anarquismo español cobraría, ya en la década de los treinta, en el contexto de la II República, una especial fuerza, gozando de una amplia aceptación. La propia CNT, en su Congreso celebrado en Zaragoza en mayo de 1936, había incluido la educación sexual y la procreación consciente entre los aspectos considerar por el comunismo libertario40. Y la política sanitaria impulsada por los anarcosindicalistas durante su gestión, en plena guerra civil, entre noviembre de 1936 y mayo de 1937, con la cartera ministerial de Sanidad a cargo de Federica Montseny y la Consejería de Sanidad de la Generalitat a cargo de Félix Martí Ibáñez, había incluido un proyecto de reforma sexual y eugénica que contempló incluso la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (41).

Conclusiones
El pensamiento feminista ha puesto de manifiesto cómo nuestras formas de pensar y sentir el amor y la sexualidad, aparentemente primigenias o naturales, se encuentran profundamente mediatizadas por la cultura dominante. Asimismo, ha cuestionado ampliamente la dicotomía público/privado, insistiendo en el modo en que las esferas política y sexual se encuentran interconectadas, en que lo personal es político, y en que los factores de cambio en la sociedad no se dan de forma exclusiva en el llamado espacio público, sino en buena parte por las transformaciones en la vida privada y la sexualidad.
Dado que, como hemos visto, el discurso anarquista vinculó estrechamente el problema sexual al político-económico, su defensa de una revolución sexual no tenía una implicación meramente personal y privada sino que se constituía en un pilar básico de la transformación social. En las páginas de Estudios, Hem Day, había afirmado la necesidad de una nueva ética sexual, dada la influencia de lo sexual en la vida política y social, puesto que “las cuestiones sexuales en nuestra civilización desempeñan un papel extraordinario en la vida política y social de la Humanidad”. Así debían darse de forma paralela un cambio en las costumbres y un cambio radical en el sistema político económico.
Estos planteamientos supusieron un claro avance con respecto a algunas de las ideas que sustentaría, décadas después, el movimiento feminista que consideró los aspectos sexuales y privados de la vida humana como una cuestión política, situando al patriarcado como el sistema sobre el que se sustentaban todos los otros sistemas de opresión e insistiendo en que cualquier revolución que pretendiese alcanzar un profundo cambio social debía comenzar por una revisión radical y absoluta de la sexualidad (42).
Por otra parte, si bien las definiciones y concepciones anarquistas de la sexualidad como expresión de un instinto natural, especialmente desde una perspectiva científico-médica, reprodujeron ideas dominantes en la época constituyéndose en discursos reguladores de la sexualidad, las propuestas libertarias de construcción de relaciones interpersonales y amorosas no autoritarias expresaron ya una clara conciencia de que el sistema sexual, como parte del sistema social, se conforma de acuerdo a relaciones de poder.
Helena Andrés Granel
Notas:
1.- Arantza Campos Rubio, Charles Fourier: pasión y utopía, de la atracción pasional a la política sexual, Universidad del País Vasco, 1995, p.179.
2.- Desde el siglo XVIII, como ha puesto de manifiesto Foucault, se dio una verdadera “explosión discursiva en torno al sexo”, una multiplicación de discursos que no se situaban fuera del poder o contra él, sino “en el lugar mismo donde se ejercía y como medio de su ejercicio”, producción discursiva cuyos efectos de poder penetrarán los cuerpos; véase Michel Foucault, Historia de la sexualidad. La voluntad de saber, Siglo XXI, Buenos Aires 2006, p.25-47.
3.- Richard Cleminson, Anarquismo y homosexualidad, Huerga y Fierro, Madrid 1995; “Beyond Tradition and Modernity: The Cultural and Sexual Politics of Spanish Anarchism”: Spanish Cultural Studies, Oxford University Press, 1996.
4.- José Álvarez Junco, La ideología política del anarquismo español, Siglo XXI, Madrid 1991, p.44.
5.- Antonia Maymón, “Anarquismo y naturismo”: La Revista Blanca, 15 de septiembre de 1925, p.11-12.
6.- Álvarez Junco, op. cit., p.51-52.
7.- María Lacerda de Moura, “¿Tiene sexo la inteligencia?”: Estudios, diciembre de 1931, p.10-13.
8.- Julio R. Barcos, “Una moral para los dos sexos”: Generación Consciente, abril de 1929, p.169-170.
9.- Frixo Eufonia, “La trata de negros, la trata de blancas (la esclavitud, la prostitución)”: La Revista Blanca, 13 de enero de 1933, p.499-501.
10.- Mirella Larizza, Presupuestos del anarquismo de Charles Fourier, Zero, Algorta 1970.
11.- Arantza Campos Rubio, Charles Fourier: pasión y utopía, de la atracción pasional a la política sexual, Universidad del País Vasco, 1995.
12.- Federica Montseny, “La mujer, problema del hombre IV”: La Revista Blanca, 15
de abril de 1927, p.679-682.
13.- Ibídem.
14.- Mariano Gallardo, “Tendencias del instinto sexual humano”: Estudios, diciembre de 1934, p.7.
15.- Dolors Marín, “La influencia de Emile Armand en España”, introducción al libro de Émile Armand, Individualismo anarquista y camaradería amorosa, Barcelona 2000.
16.- Émile Armand, op. cit., p.61-62.
17.- Ibídem, p.57.
18.- Ibídem, p.65.
19.- María Lacerda de Moura, “Los libertarios y el feminismo”: Estudios, julio de 1932, p.15-17.
20.- Ídem, “El amor plural frente a la camaradería amorosa”: Estudios, mayo de 1934, p.22-23; “¿Qué es el amor plural?”: Estudios, abril de 1934, p.24-25.
21.- Errico Malatesta, “Amor y anarquía”, recogido en Baigorria, p.36.
22.- Así lo proponía también Armand, op. cit., p.59.
23.- Luigi Fabbri, “Lo único y la pluralidad”: La Protesta, 22 de diciembre de
1924, Buenos Aires, recogido en Baigorria, El amor libre, Anarres, Buenos Aires 2006, p.28.
24.- Emile Armand, “La educación sexual”, en op. cit., p. 50.
25.- Mariano Gallardo, “La sexualidad y el naturismo”: La revista Blanca, 30 de junio de 1936, p.54.
26.- Emile Armand, “La educación sexual”, en op. cit., p.50.
27.- Eduard Masjuan, “Procreación consciente y discurso ambientalista: anarquismo y neomalthusianismo en España e Italia, 1900-1936: Ayer 46 (2002), p.63-92; véase también del mismo autor, La ecología humana en el anarquismo ibérico, Icaria, Barcelona 2000.
28.- Mary Nash, “El neomalthusianismo anarquista y los conocimientos populares sobre el control de natalidad en España”, Presencia y protagonismo. Aspectos de la historia de la mujer, Serbal, Barcelona 1984, p.316; Masjuan, La ecología… p.233.
29.- Así lo plantea Masjuan, La ecología…
30.- “Sobre la procreación”, Generación Consciente, septiembre de 1923, p.61-62.
31.- María Lacerda de Moura, “Ley de Malthus”: Estudios, junio de 1932, p.7-9.
32.- “Rechazaré siempre todo medio artificial y fuera de las leyes de la Naturaleza que se quiera emplear para contener el desarrollo de la población; los obstáculos que recomiendo son aquellos que están conformes a la razón y sancionados por la religión”, Malthus, citado por Hildegart Rodríguez en “Maternidad Consciente”:
Genética, eugenesia y pedagogía sexual. Primeras Jornadas Eugénicas Españolas, Javier Morata, Madrid 1934, p.209.
33.- Émile Armand, “Tesis individualista de la procreación voluntaria”: Generación Consciente, abril de 1925, p.2-5.
34.- María Lacerda de Moura, “La ley de Malthus”: Estudios, junio de 1932, p.7-9.
35.- Emma Goldman, “La trampa de la protección”, en Baigorria, p.51.
36.- “A modo de programa”: Estudios, junio de 1931, p.1-3.
37.- Isaac Puente, “Neomalthusianismo”: Estudios, octubre de 1930, p.2-4.
38.- Mary Nash, “La reforma sexual en el anarquismo español”, en Bert Hofmann (ed.), El anarquismo español y sus tradiciones culturales, Vervuet Iberoamericana, Madrid 1995. Sobre eugenesia en España veánse los trabajos de Raquel Álvarez Peláez, “Eugenesia y darwinismo social en el pensamiento anarquista”, en Bert Hofmann (ed.), El anarquismo español y sus tradiciones culturales, y “Origen y desarrollo de la eugenesia en España”, en José Manuel Sánchez Ron (ed.), Ciencia y sociedad en España: de la Ilustración a la guerra
civil, El Arquero – CSIC, Madrid 1988.
39.- Véanse las Actas del I Simposium Internacional Félix Martí Ibáñez, Medicina, Historia e Ideología, Generalitat, Valencia 2004.
40.- “Concepto confederal del Comunismo Libertario”, recogido en Gabriel Jackson, Entre la reforma y la revolución 1931-1939, Crítica, Barcelona 1980.
41.- Félix Martí Ibáñez, “En torno a la reforma eugénica del aborto”: Estudios, enero de 1937, p.11-12; “Sanidad, Asistencia social y Eugenesia en la Revolución Social española”: Estudios, enero de 1937, p.34-38.
42.- Así lo sostuvieron feministas radicales como Kate Millet, véase Política sexual, Cátedra, Madrid 1995, p.63-69.


lunes, 17 de diciembre de 2012

CÓMO ALCANZAR EL ORGASMO DESDE LOS PEZONES


El dar placer en los pechos, señoras y señores, no se trata de un tema banal al que debamos dedicar escasos minutos en nuestros encuentros amorosos, el acto de estimular los senos puede ser una poderosa fuente de placer que nos conduzca directos al orgasmo. Da igual si tienes los pechos pequeños o grandes, de hecho tanto hombres como mujeres son capaces
de obtener mucho placer cuando se les estimula el pecho y en particular los pezones.

Los mamíferos desde que nacemos tenemos ese instinto primario que nos hace buscar el pezón para mamar, en los adultos se trata de una de las zonas erógenas más sensibles, y aunque la mayoría lo sabe, lo que muchas personas desconocen es que se puede alcanzar el orgasmo estimulando los pezones, lo que se conoce como orgasmo de pezones.

No se trata de algo sistemático, pero se supone que si dedicamos el mismo interés y tiempo en estimular los pezones, que el tiempo que dedicamos a estimular el clítoris, podríamos ser capaces de alcanzar el orgasmo de pezones. Se podría lograr incluso sin acariciar la vulva, únicamente acariciando los pechos y estimulando los pezones.

En referencia al orgasmo de pezones se han realizado numerosos estudios, y al parecer tras el orgasmo clitorial, el orgasmo de pezones viene siendo uno de los más frecuentes, lo cual no es nada raro porque al igual que el clítoris, el pezón cuenta con un gran número de terminaciones nerviosas.

Además se sabe que al estimular los pezones se libera oxitocina, conocida popularmente como la hormona del amor porque está asociada a la afinidad de la pareja, la confianza, el instinto maternal y la disminución de la ansiedad.

En este tipo de práctica todo vale, así que hagamos uso de nuestras manos, nuestros labios, nuestra lengua, y casi cualquier parte del cuerpo para acariciar, frotar, lamer, chupar e incluso succionar esta zona erógena que en ocasiones dejamos un poco olvidada.

Los pechos, a diferencia de otras zonas erógenas de nuestro cuerpo, es un área muy accesible y que por tanto nos puede dar mucho juego. La mayoría de las personas disfruta estimulando esta zona, puede ser algo tremendamente ero.tico, agradable y divertido ver como se erizan los pezones y ver como la otra persona se convulsiona, se estremece de placer deseando ir a más.

Por otro lado, a diferencia del pe.ne o del clítoris, los pezones los tenemos a pares, con lo cual habrá el doble de trabajo, pero también el doble de diversión, ¿o acaso se te ocurriría dejar un pezoncito triste mientras el otro está bien duro y erecto después de haberlo estado chupando y acariciando…?

Si te quieres deleitar y hacerla disfrutar, aquí van algunas ideas:

• Empieza acariciando sus pechos suavemente, prueba a acariciar el pecho con la palma de tu mano sintiendo su suavidad, al mismo tiempo ella recibe la suave caricia como un primer estimulo que le avisa de que por ahí va a venir más placer. Puedes emplear algún aceite para masaje con idea de aromatizar y suavizar el deslizamiento de tus caricias.

• Prueba diferentes movimientos, puedes por ejemplo emplear las palmas de las manos para hacer movimientos circulares, pero también puedes emplear los dedos de la siguiente manera: colocas tu mano abierta sobre el pecho con los dedos extendidos, entonces la vas cerrando poco a poco y a medida que la cierras vas deslizando las yemas de tus dedos hasta acabar pellizcando ligeramente el pezón, así una y otra vez.

• Fíjate en cómo reacciona, si ves que le gusta sigue un ratito más con ese movimiento, sino prueba con otro. Prueba también a ir despacio o a ir incrementando la intensidad, cada uno tiene sus gustos y hay mujeres que se deleitan con suaves caricias y otras que quieren emociones fuertes.

• Si te quedas sin ideas o te ves un poco perdido pues pregunta, es el camino más fácil para que ambos alcancen mayor placer y diversión.

Estimulación oral de los pechos

Una de las fantasías o hobbys favoritos para cualquier hombre es el poder estimular con sus labios o su lengua los pechos turgentes de una mujer, lo que más comúnmente y entre colegas se define como “chupar las tetas”. Quizás sea algo que nos venga de nuestros instintos primarios, o que inconscientemente nos lleve a nuestros primeros meses de vida, sea como fuere, se trata de algo muy excitante.

Puedes empezar por rozar tus labios con la areola de los pezones, haciéndola desear mientras juegas un poco con el pecho. Luego puedes pasar a rozar y chupar el pezón, e incluso a dar pequeños mordisquitos para que se pongan bien duros.

Juega con tu respiración, una vez que hayas humedecido los pezones con tu saliva, prueba a respirar suavemente sobre ellos para que al pasar el aire seque un poco la saliva y haga que se le ericen los vellos, y que su piel se haga más sensible.

Juega con los sentidos

Da rienda suelta a tu lujuria, y a tu creatividad, para dar placer en los pechos te puedes agenciar algunos accesorios e ingredientes que le harán alcanzar nuevas cotas de placer. Ya hemos comentado la posibilidad de usar un aceite para masaje, pero por qué no probar también alguna de estas sugerencias:

• Puedes usar una pluma o plumero para que las caricias se conviertan en suaves cosquillas que ericen los pezones en cuestión de segundos. Paséala por sus senos y por los costados, son áreas muy sensibles y receptivas.

• Juega con los cambios de temperatura, de sobra sabemos que el frío hace que se ericen los pezones tanto de hombres como de mujeres, así que por qué no llevarnos algún hielo a la cama, o bien emplear lubricantes o aceites con efecto calor o efecto frío.

• También está la posibilidad de emplear velas para masajes, muchas personas aún no las conocen, pero no se trata de una vela normal y corriente, sino de una vela elaborada con una cera especial que al derretirse se convierte en un cálido aceite para masaje que podemos verter directamente sobre la piel… acto seguido podríamos volver a usar el hielo, el contraste pondrá sus terminaciones nerviosas a mil.

• Y por su puesto darle juego al sentido del gusto, ya sea con lubricantes comestibles, con miel, o con alguna crema de cacao que tengamos en casa, o de algún otro sabor que nos guste especialmente o que queramos degustar en combinación con el toque salado de la piel.

• Otra opción son las pinzas y succionadores de pezones, se trata de unos accesorios ajustables que aprietan los pezones, y es que aunque hay personas que encuentran el placer a través del dolor, este tipo de accesorios no están pensados únicamente para provocar dolor.

Como siempre, el truco está en experimentar y tener claros los pasos que más le gustan para que pueda lograr el buscado orgasmo de pezones.

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿SERÁ POR ESO QUE SOY ANARCOFEMINISTA?

No vamos en pos de una quimera: vamos en pos de una realidad. No luchamos por abstracciones, sino por materialidades... que las conquistas que se obtenga beneficien a todos y no a determinada casta social.. ¡ Sumision !...es el grito de los viles;... ¡¡¡¡ Rebeldía !!!! es el grito de los hombres... El abismo no nos detiene; el agua es más bella despeñandose. Si morimos, morimos como soles: despidiendo la luz...
Ricardo Flores Magón. Vamos hacia la vida ¿Será que seré?
AnarcofeministaCuando me preguntaste porqué soy anarko-feminista con ese tono de voz tan paternalista no pude más que sonreírte, encogerme de hombros y contestarte “porque sí” ¿Y por qué porque sí? Porque más que respuestas tengo preguntas, preguntas que me hago desde siempre... Será porque estoy cansada de que me traten como si fuera menor de edad ?
Será porque cuando era chica se me quedaron atragantadas las ganas de subir a los árboles ya que hacerlo era cosa de varones y no había que ser machona?
Será porque me moría de ganas de jugar a la pelota y sólo se me permitía jugar a las casitas, a las muñecas, a leer cuentos como blancanieves, la bella durmiente, la cenicienta y al igual que a ellas me inducían a esperar al príncipe azul que me salvaría y me protegería de todos los males de este mundo. Y a cambio de ello yo sólo debía ser buena y complaciente?
Será porque aún tengo grabadas las culpas de las caricias inapropiadas permitidas al novio de la adolescencia?
Será porque no quise llegar virgen al matrimonio como correspondía en aquellos tiempos a las mujeres de mi generación?
Será porque cada vez que durante el almuerzo o la cena cuando alguien reclama que falta la sal, o algo por el estilo, se espera que sea yo la que se levante a buscarlo?
Será porque quiero compañero, caminar por la vida a la par, no delante ni detrás tuyo? Será porque quiero pensar por mí misma sin pedir permiso?
Será porque quiero hacerme cargo de mi propia vida, en lugar de cargar sobre las espaldas de un varón mi subsistencia?
Será porque espero que cada vez que me equivoco no se juzgue que el error que cometo se debe a mi condición de ser mujer?
Será porque tengo la ilusión de que si repartimos y compartimos las tareas domésticas, la crianza de lxs hijxs, las tareas que generan dinero, conocimiento, la toma de decisiones etc. etc. nos permitiría a mujeres y hombres crecer juntos y sería la cotidianeidad más placentera?
Será porque me llena de bronca este modelo de hombre que anda por la vida con un teléfono celular colgado de cada oreja, con la risa ahogada por el nudo de la corbata seduciendo mujeres-niñas en potentes autos y practicando sexo expeditivo y descartable a fuerza de “medicamentos” en el mejor de los casos?
Será porque quiero compartir una cama con un hombre que esté menos preocupado por su potencia sexual y se desnude en su sensibilidad, su ternura, sus miedos, sus alegrías, sus sueños, sus utopías?
Será porque no tengo ganas de esperar a que hagamos la Revolución para resolver la relación de poder que existe entre hombres y mujeres y en la que la mayorías de las veces, salvando las honrosas excepciones que confirman la regla, las mujeres pasamos a ser propiedad de los varones?
Será porque me suena a “verso” el discurso en el que se escudan los “revolucionarios” que dicen que están tan ocupados con la revolución que no tienen tiempo para el compromiso afectivo, y al igual que los burgueses caen en el ejercicio de la práctica del sexo fácil sin compromiso bastardeando la excelencia del amor libre?
Será porque creo que ser libre no es hacer lo que me da la gana sino elegir con qué y con quienes me comprometo?
Será porque quiero llevar a la práctica cotidiana tanto discurso de solidaridad, libertad, no a la jerarquía, y necesito el equilibrio entre lo que pienso y lo que siento?
Será porque me enoja ver como el sistema capitalista prostituye nuestra lucha haciéndole creer a la sociedad que la igualdad que el feminismo reclama existe pues las mujeres hoy pueden ingresar a la política, a la policía, al ejército, pueden dirigir ministerios, empresas, reproduciendo los valores machistas que nos someten a mujeres y hombres?
Será porque creo que la Revolución Social empieza por casa?
Será porque cuando nos planteamos hacer la revolución “con” y no “para” en el “con” te incluyo y quiero que me incluyas?
Será porque la exigencia de ser madre por sobre todas las cosas como proyecto de vida no me alcanza?
Será porque además quiero elegir cuando, con quien, y en qué circunstancias ser madre?
Será porque quiero elegir no ser madre?
Será porque no quiero que cada vez que me enojo, grito, levanto la voz, o estoy de mal humor me cataloguen de histérica o menopáusica?
Será porque considero necesario, compañero, que comprendas e internalices que el anarko-feminismo no es solo un problema de las mujeres, repensar los roles que tenemos asignados mujeres y hombres con el objeto de someternos es la tarea que tenemos que enfrentar juntxs. Es el gran desafío que te propongo. Cómo vamos a hacer la revolución social si no podemos revolucionarnos a nosotrxs mismxs?.
Será porque pienso que si no es dentro del ANARQUISMO, espacio donde corren vientos libertarios, dónde, decime cumpa, dónde podemos protegernos de las tempestades de la dominación en que hemos sido formadxs?
Será porque además de la utopía de una sociedad sin estado, sin iglesia, sin policía, sin militares, sin dios, sin patrón y sin marido, tengo la utopía de una sociedad de hombres acariciadores?
Será...?
Fanzine "Mujeres Libertarias" 

martes, 11 de diciembre de 2012

VIOLETA: Corto animado



Tremendo y conmovedor corto animado. Violeta es real, la manta de recuerdos también existe y es la manifestación física de miles de mujeres, víctimas ocultas de la tiranía e indiferencia del conflicto armado colombiano debido a la impunidad que reina frente a la violencia sexual y las desapariciones forzadas

lunes, 10 de diciembre de 2012

MUJERES DE PETRER EN LA II REPÚBLICA Y EN LA GUERRA CIVIL

(Este artículo esta extraído de la revista ‘Festa 97′)


Las mujeres han sido las grandes olvidadas da la historia. El papel secundarlo que las religiones y los hombres les asignaron desde la antigüedad no se alteró en esencia ni con el triunfo de la Revolución Francesa. La familia en el siglo XIX continuó estando basada en el orden social. Para trabajar en las fábricas, las mujeres necesitaban la autorización del esposo. La explotación extrema y las condicionas de miseria que sufrían en el trabajo, motivaron las primeras protestas y su posterior toma de conciencia para conseguir su emancipación. Flora Tristán, luchadora inglesa, supo ver y resaltar el nexo entre las reivindicaciones de las mujeres y las de los obreros cuando decía: «…siempre hay alguien más oprimido que el trabajador, y es su mujer, es la proletaria del proletariado mismo».

En España, el siglo XX comienza con la promulgación de la primera legislación laboral del trabajo femenino a infantil. Esta ley permitía el trabajo a partir de los diez años, fijaba la jornada máxima en once horas regulaba el trabajo nocturno en industrias peligrosas y el descanso durante el embarazo. Aunque en la realidad casi nunca se llevaba a la práctica, esta normativa sirvió de base para futuras luchas obraras.

Las mujeres participaron activamente en la defensa de la República El historiador petrerense José María Bernabé Maestre cifra en un 10% la población activa femenina en nuestra comarca a principios de siglo. Veinte años después creció hasta alcanzar el 54%. El fuerte ascenso de la mano industrial femenina fue consecuencia de la introducción de la maquinaria, ya que ésta hacia más fácil sustituir a los antiguos trabajadores cualificados y casi artesanales por otros menos hábiles aunque aptos y peor pagados. Estaban destinadas las mujeres a ser un ejército de reserva para cuando la ocasión lo precisara. Consideradas inferiores y dependientes, no eran aceptadas como iguales a los hombres en el marco laboral, ni siquiera por los obreros más conscientes y organizados en sindicatos de clase, ya que en ningún momento reivindicaban la plena igualdad ni de salarios ni en la sociedad. El trabajo de la mujer era subsidiario y complementario del escaso salario del varón. En 1915, la mayoría de los obreros que hacían el reborde de la alpargata eran niños, mujeres o ancianos, que tras jornadas de dieciséis y dieciocho horas apenas ganaban para la comida.

Entre las mujeres que contribuyeron a cambiar la situación descrita destaca Margarita Nelken, autora del libro La condición social de la mujer en España publicado en 1921. Hablaba en él de la necesidad de desarrollar el feminismo en nuestro país. Ponía de relieve el peligro de la ignorancia, la hipocresía sexual, la noción obsesiva del pecado, la situación de las madres solteras, la necesidad de instituir el divorcio… Como es de imaginar este libro provocó escándalos e incidentes en una época de mentalidad machista donde la inmensa mayoría de las mujeres se encontraban bajo la dictadura de la pobreza, la ignorancia, la Iglesia y el marido. Como dato a tener en cuenta, hay que decir que hasta mediados de la década de los artos 1920, un 75% de mujeres eran analfabetas. Miguel de Unamuno, como muestra de la cultura dominante, escribía en su libro La dignidad humana que la función de la mujer era concebir, parir y amamantar. También la Iglesia, detentadora desde siglos de la educación, inculcaba en la escuela y desde el púlpito la pasividad y la obediencia. La mujer era asociada al mal por el pecado de Eva y su única profesión válida era sierva de Dios en el convento o esposa de los hombres en el hogar desocupadas. Las ideas feministas tuvieron por ello escasa difusión en España, al contrario de otros países como Inglaterra y USA donde las mujeres hablan logrado el derecho a votar en 1918 y 1919 respectivamente.


ANTECEDENTES LOCALES A LA SEGUNDA REPÚBLICA


Petrer contaba en 1922 con una población de 4.200 habitantes. Existían veintitrés fábricas y talleres de calzado donde las mujeres petrerenses trabajaban desde los nueve años. Cuando contraían matrimonio continuaban trabajando para la industria en su propio domicilio, combinando la crianza de los hijos con las tareas del hogar.
Según José María Bernabé, la población activa femenina asciende al 76% durante estos años. Paralelamente a la industria, había mujeres que trabajaban en tareas agrícolas de temporada, como la recogida de aceituna, almendra o uva, en las fincas de terratenientes locales como D. Eleuterio Abad, D. Ramón Maestre…, durante los periodos de paro emigraban a Francia o al Norte de África y una cantidad nada desdeñable «se ponían en amo», entrando a formar parte del servicio doméstico en las casas adineradas. Por último, las encontramos en menor número trabajando en los alfares pintando y terminando los cacharros de barro.


Llamamiento a las mujeres para combatir en el frente.


La jornada laboral de las mujeres de esta época nunca era inferior a las diez o doce horas y su salario era por lo general la mitad que el de los varones. La incorporación de la mujer al trabajo en las primeras décadas de siglo abarató de forma considerable el salario del hombre, prueba de ello es la mínima variación que los sueldos reales experimentaron hasta el año 1935.

Las mujeres de Petrer participaron junto a los hombres en las huelgas obreras acaecidas en estas décadas. En la fábrica de lonas Castelló y Cía. tuvieron lugar numerosos conflictos labórales hasta su cierre en 1921. También fueron importantes las protestas y los paros generalizados en apoyo a las aparadoras que trabajaban a domicilio, con objeto de impedir la medida empresarial que obligaba a éstas a realizar trabajo dentro de las empresas. Sin embargo, no sería hasta la célebre «huelga del hilo» en 1930 cuando la mujer trabajadora de Petrer alcanzó una participación relevante al lado de sus compañeros. En estos años, la prensa provincial publicaba los nombres de los componentes del comité de la Agrupación Socialista de Petrer y en ellos se observa la ausencia total de mujeres en los puestos de responsabilidad.

En el periódico provincial Mundo Obrero del 13 de abril de 1929. El secretario de la Agrupación Socialista de Petrer, Antonio Poveda, en un artículo dedicado a las mujeres decía entre otras cosas:

«…En España no se propaga suficientemente la importancia de la mujer en las luchas político-sociales. Los que predicamos la igualdad sin distinción de sexos, somos los llamados a decir a la mujer, que en nuestros centros obreros son acogidas con deferencia, que allí se lucha por elevarla a nivel del hombre, que la mujer del trabajador no debe ser más la esclava, sino la compañera… La mujer de Petrer vive un tanto alejada de la organización obrera… sólo hay afiliadas una cifra irrisoria…»

En mayo de 1928 leemos también en Mundo Obrero que con motivo del Primero de Mayo la joven Conchita Poveda recita poemas de M. R. Seisdedos y en noviembre de 1929 es Francisco Mollá, presidente de las Juventudes Socialistas, quien invita «…a que ingresen todos los jóvenes de ambos sexos en la organización…».

Por último, recordar que en esta década se producen las primeras bodas civiles que se conocen en la población. El rechazo a las costumbres seculares que este acto representaba y las fuertes convicciones que demostraban los contrayentes hicieron que la celebridad y el recuerdo de estos matrimonios se haya mantenido vivo hasta nuestros días. En febrero de 1923, Luis Payá Amat el Bravo, contraía matrimonio con Josefa Payá Cortés la Estrosa. Años más tarde, en 1929, «sería Pascual González Martínez Pascualico, quien haría lo mismo con Dolores Montesinos Manchón la Socorra. Los dos fueron dirigentes socialistas y con sus mujeres tuvieron el coraje de romper el control y monopolio de los casamientos que desde tiempo inmemorial había detentado la Iglesia.


LA SEGUNDA REPÚBLICA


El 14 de abril de 1931 se proclamaba la II República. De su transcendencia para la vida española se han escrito océanos de tinta y de su importancia dan fe los innumerables libros, debates y congresos que todavía en nuestros días siguen celebrándose.

Conviene resaltar que la constitución republicana fue, en cuanto a derechos de la mujer se refiere, una de las más avanzadas de su época. Sus artículos 25 y 40 afirmaban que:

«No podrán ser fundamento de privilegio jurídico la naturaleza, la filiación, el sexo, la riqueza».

«Todos los españoles sin distinción de sexos, son admisibles en los empleos y cargos públicos».


Por primera vez en la historia de España se igualaba ante la Ley la mujer y el hombre, se reconocía el derecho de las mujeres a ocupar cargos públicos hasta entonces prohibidos y unos meses después Victoria Kent formaba parte del Tribunal de Justicia siendo nombrada más tarde directora general de prisiones. Asimismo, las mujeres fueron admitidas para puestos de notario y registradores de la propiedad y se les declaró elegibles como candidatas a la Diputación.

En cuanto al matrimonio decía en su artículo 43 «que se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso a petición de cualquiera de los cónyuges»… «Los padres tienen con los hijos habidos fuera del matrimonio los mismos deberes que respecto a los nacidos en él». Este articulado rompía con el rito «sagrado» de la indisolubilidad del matrimonio, y reconocía el divorcio cuando la convivencia conyugal estaba deshecha o ya no existía.

Se mejoró el seguro de maternidad y aparecieron las primeras casas-cunas. El adulterio tuvo la misma equiparación para ambos cónyuges y se estableció el matrimonio civil y el derecho a los hijos naturales.

La Generalitat de Cataluña concedió a las mujeres el uso legal de anticonceptivos, la plena capacidad jurídica y el derecho al aborto.

Se crearon escuelas nocturnas para mujeres trabajadoras, quedaron abolidas las asignaturas de «labores» y de religión, se implantó la coeducación en todo el país.

Nunca en la historia de España se habían dado tantas condiciones favorables para la emancipación de la mujer, sin embargo, la corta vida de la República dificultó que estos derechos formales llegaran a cristalizar en la mentalidad y las costumbres de las mujeres; la aceleración la complejidad de los acontecimientos en una España con atraso histórico considerable y donde todo estaba por hacer (reforma agraria, militar, educativa, etc.), hizo que la emancipación de la mujer fuese un tema poco tratado y por ello relegado a un segundo orden.

La participación de la mujer en partidos y sindicatos no fue muy numerosa y reconocerle el derecho a votar significaba para los partidos la incorporación de una gran masa de nuevos votantes que podían “como ocurrió” inclinar los resultados a favor de los partidos de la derecha más reaccionaria.

Durante el debate parlamentario donde se discutió la concesión del voto femenino, se produjo la paradoja de que la diputada Victoria Kent se declarara contraria, al igual que su partido Radical Socialista. Clara Campoamor, también diputada, defendió su aprobación en contra de la opinión de su propio partido, el Radical. El motivo no era otro que la desconfianza en la preparación de las mujeres, pues se opinaba que la influencia de la Iglesia, podría determinar si decisión de voto. El resto de los partidos, socialistas, republicanos de izquierda y de la derecha apoyaron la concesión.

En Petrer Doroteo Román Román, en las páginas del semanario Polémica de fecha 7 de noviembre de 1931, dirigía una carta abierta a la mujer y entre otras cosas decía:

“La República Española acaba de proclamar la igualdad de sexos…Te ha liberado de la injusticia secular que te esclavizaba del hombre, gozas ya de plenitud de los derechos civiles. Puedes y debes intervenir en la vida pública del país… ¿Qué hará la mujer? Unos sin fundamentos ven en ti la aliada del clericalismo que amenaza la república. Otros con más lógica esperan que tu colaboración habrá de completar la obra gigantesca que se está realizando. Pero todos coinciden en apreciar la necesidad de dotarte de una preparación que tú, recogida siempre en la intimidad del hogar, nunca has tenido.”

En el mismo semanario del 12 de marzo de 1932, con el título de “A la mujer petrerense” con el seudónimo de “Curnajo” se pude leer:

“Naces a la política en un ambiente por los hombres envenenado. Humaniza un poco tan ruines pasiones. Grita, sí; rebélate cuando la causa es justa. Rebélate notablemente si pides un CEMENTERIO…para esto sí. ¡Rebélate, grita y exige conmigo!

En un semanario socialista Trabajo de Monóvar de septiembre de 1932, decía:

“No debe dejarse seducir la mujer por las visitas continuadas de las señoras y señoritas “catequistas”. Piensa mujer que eres la más esclava de la humanidad ¡PIENSA!…piensa que eres mujer, y no solo hembra, debes revelarte para plasmar en el camino de la vida que te pertenecen los derechos que siempre te secuestraron y robaron (L. Corbí)

En el aspecto educativo, la República fomentó la creación de bibliotecas públicas, siendo, la de Petrer inaugurada en 1932; también en la Casa del Pueblo socialista y en el Centro Obrero Anarquista se daban clases nocturnas y se organizaban charlas, conferencias y grupos de teatro, donde los jóvenes como Bárbara Payá, Carmen Tortosa, Genoveva Payá, Carolina Pina…participaron activamente.

Las detenciones en Petrer con motivo de la revolución asturiana de 1934 actuaron de revulsivo para movilizar a las mujeres por la libertad de los encarcelados y por ganar el voto femenino para las elecciones de febrero de 1936, ya que alcanzar la mayoría en el parlamento significaba la amnistía para los presos y desplazar la derecha del poder.

La progresiva incorporación de sus reivindicaciones en la lucha sindical queda reflejada en los puntos de negociación del comité de huelga de Elda y Petrer firmado por la UGT y la CNT en los primero meses de 1936 donde se recoge:

“Las horas extraordinarias se pagarán con el 50% de aumento a los hombres y al 100% a las mujeres. Los patronos pagarán la cuota íntegra del seguro de maternidad”

En el aparado se nombrará una Comisión que se encargará de poner precio a las tareasLa sublevación militar del General Franco el 18 de julio de 1936 y el estallido de la guerra civil aceleró los cambios en las estructuras sociales y políticas del país, dando lugar a un importante incremento de la participación femenina en todos los aspectos de la vida ciudadana. Durante la guerra la movilización de todas ellas se hizo a través de los partidos, sindicatos y organizaciones femeninas: la Agrupación de Mujeres Antifascistas había sido creada en el año 1933, con un claro intento de concienciar y movilizar a las mujeres contra la amenaza de una guerra que constituía la llegada de Hitler al poder. Agrupaba a socialistas, republicanas y comunistas y su figura más destacada fue Dolores Ibarruri la Pasionaria.

Mujeres Libres, de inspiración anarquista, fue fundada en abril de 1936 por Lucía Sánchez, Suceso Portales y Mercedes Comaposada. Proponía la igualdad entre todos los seres humanos sin distinción de sexos y la superación de la contradicción entre la teoría y la práctica de sus compañeros anarquistas con respecto a la mujer.

El llamamiento a las mujeres pidiéndose su incorporación en las tareas de guerra fue inmediato. El 31 de julio de 1936 en el Diario de Alicante, al Juventud Socialista Unificada pedía a las mujeres jóvenes constituir milicias femeninas y prestar servicios auxiliares en el frente.


REMEDIOS LA CASERA “MILICIANA DE PUEBLO AUTÉNTICO


Una de las mujeres de Petrer que a los pocos días de estallar la guerra se incorporó al frente fue Mª Teresa Remedios Jover Cánovas, más conocida por Remedios La Casera. Remedios nación en Ain El Turk (Orán) en 16 de marzo de 1899. Sus padres Ramón y Remedios habían ido a trabajar a este lejano lugar como mano de obra agrícola temporera. A su regreso, se trasladaba a vivir a Petrer como caseros de las tierras del conocido hacendad D. Eleuterio Abad. Viven durante algunos años en la casa de la finca de lonas de Vicente Castelló y Cía., donde sabemos que participó activamente en las huelgas acaecidas hasta su cierre en 1921; en una de las huelgas, su madre y otra compañera evitaron la detención del líder anarcosindicalista Juan Brotons Maestre Capotillo pues vistiéndole con ropas femeninas pudo pasar inadvertido ante las narices de la Guardia Civil.

En el año 1927 se casa con Miguel Aracil, marchándose a vivir a la cercana población de Elche donde tuvieron a dos hijos, Miguel y Ramón. A los pocos años, su esposo desaparecía sin que haya hasta la fecha nadie de su familia haya podido saber nada de él. Al quedarse sola, Remedios y sus dos hijos regresan a la casa de sus padres en el carrer Nou de Petrer y entra a trabajar de aparadora en la fábrica de Calzados Luvi.

La vida es dura, el escaso salario que ganaba con dos hijos que alimentar hacía necesario llevarse trabajo a casa después de la jornada y conseguir, cuando se podía unos céntimos limpiando alguna que otra casa de vecinos o conocidos que lo precisaran. Poco tiempo le quedaba para atender a sus hijos y realizar las tareas de su propio hogar.


Remedios Jover con traje de teniente.

Ninguna de las personas consultadas nos ha podido atestiguar con certeza la ideología política de ésta extraordinaria mujer. Sabemos que los familiares de su esposo estaban afiliados al sindicato de la CNT. Su padre, Ramón Jover Crespo, fue un hombre culto, autodidacta y comprometido con las ideas socialistas; en una ocasión prestó su carro y sus mulas a la célebre Rondalla Filarmónica que iba recaudando fondos por los pueblos de la provincia para los obreros de Petrer durante la huelga general de junio de 1936. Sin embargo, si bien Remedios simpatizaba con los ideales de progreso y de justicia, no estuvo afiliada a ningún partido. Quienes la conocieron la recuerdan como una mujer dialogante, lejos de cualquier sectarismo y muy respetuosa con las ideas de los demás.

El día 28 de julio de 1936, diez días después del alzamiento militar contra la República, Remedios ya formaba parte del ejército voluntario de combatía por la defensa de Madrid. También estaban con ella un buen número de jóvenes de Petrer, entre ellos Francisco Beltrán Bacallaret, Bonifacio Mollá, de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), Ventura Micó y Vicente Aracil de la CNT, encuadrados en la 8º Compañía del Batallón “Octubre 11”, maridad por Fernando de la Rosa y con un destino en la Sierra de Guadarrama (sector del Escorial).

La revista del batallón, Octubre, correspondiente al mes de agosto de 1936, saluda la incorporación de Remedios con esas palabras:

REMEDIOS JOVER, MODELO DE MILITANTE: ¡Magnífico ejemplar Remedios Jover, mujer del pueblo auténtico, se ha incorporado al Batallón “Octubre”…en las condiciones en que esta camarada ha venido a luchar, contra nuestros enemigos, si tiene un alto valor que demuestra hasta qué punto es un modelo en el que deben fijarse todas nuestras compañeras…

Unas líneas más abajo se pude leer una frase entrecomillada con palabras de Remedios que dice:“Como no puedo dar a mis hijos en defensa de la causa del pueblo, doy mi vida”

Historiadores como Hugh Thomas o Tuñón de Lara coincides en afirmar que los combates de los primeros meses de guerra, en el Frente de Guadarrama (Alto de León, Peguerinos) fueron los más sanguinarios y feroces de toda la contienda. Se trataba de ejércitos de voluntarios con un compromiso político elevado, integrados por carlistas y falangistas, frente a milicias socialistas, anarquistas y comunistas. Después de las batallas apenas había posibilidad de enterrar a los muertos, la ausencia de fortificaciones y de líneas precisas obligaba, muchas veces a un combate frente a frente.

Sabemos por testimonios de compañeros de armas de Remedios que, en varias ocasiones tuvo que dar sepultura a milicianos muertos en combate y que en momentos difíciles y arriesgados animó a sus compañeros a que salieran de sus posiciones para combatir a su lado. Su arrojo y valentía le valió e ascenso a sargento en septiembre de 1936.

En el libro de Manuel Tagüeña, Testimonio de dos guerras, podemos leer: El día 15 de septiembre (Cabeza Lijar) empezamos a preparar el contraataque. Lo iban a realizar compañías de nuestro batallón entre ellas una de alicantinos, que eran magníficos soldados. Al amanecer del 16 comenzó nuestra ofensiva, tratando de atacar por sorpresa, ya que no teníamos artillería; pronto vimos casi en la cima a Remedios, una alicantina luego ascendida de teniente agitando una manta roja… De noche cuando renació la calma vi que estaba rodeada de los alicantinos que quedaban vivos; no eran más que diez en la Cía., todos sus oficiales habían muerto; Remedios había sido también gravísimamente herida en la cabeza y trasladada al Escorial.

La herida en la cabeza la había dejado inconsciente y en un primero momento fue dada por muerta, incluso unas horas después un telegrama comunicaba a sus familiares de Petrer la triste noticia. Pero quiso al azar que un soldado advirtiera un leve movimiento en la cabeza de Remedios y comprobara que todavía vivía.Ascendida a Teniente el 28 de septiembre estuvo durante unos meses saneando de las heridas en una vivienda del Escorial, donde pudieron ir a visitarla sus dos hijos Miguel y Ramón. La vivienda mencionada estaba adosada a otras y en ellas residían varias familias de distinta procedencia. En una de ellas, un sacerdote oficiaba la misa a escondidas, sin que Remedios en ningún momento lo delatase.

Fue dada de alta el 31 de octubre y se incorporó al Estado Mayor del por entonces comandante M. Tangüella de la 30 Brigada Mixta formada por varios batallones, entre ellos el “Octubre” en el que habían formado parte buen número de voluntarios de nuestro pueblo.

Hasta el mes de agosto de 1937, continúa Remedios en el sector del Escorial con la responsabilidad e abastecimiento de víveres, ropas y suministros para la brigada. En ocasiones se trasladada a Petrer para aprovisionar a la brigada de jabón, uva, tabaco y también sábanas, mantas, ropa…., no siempre entregadas de buen agrado por los comerciantes. Sus breves estancias en nuestro pueblo eran aprovechadas para estar con sus hijos y a su regreso eran muchos los jóvenes voluntarios que partían con ella a las líneas de combate en la Sierra de Guadarrama. Esposas y madres de los combatientes se servían de su partida para confiarle paquetes con ropa y comida que Remedios cuidaba para que llegaran a sus destinatarios.

Entre las gentes de Petrer se hizo famosa una canción compuesta en su honor y que todavía en nuestros días muchos recuerdan. El paso del tiempo y su transmisión oral durante los años del franquismo son la causa de encontrarnos hoy con varias versiones. Una de ellas dice así:

Remedios «la Casera»
ha ascendido para teniente,
ha sabido demostrar
que ha sido muy valiente.
Estribillo
Se despidió, se despidió…
para marchar…
y aunque venga la Legión
va delante del batallón.


2* VERSIÓN:

A Remedios «la Casera»
como ha sido tan valiente
por eso le han puesto
las estrellas de teniente.

También nuestro poeta Francisco Mollá, compañero de Remedios en la 30 Brigada, le dedicó un poema:

Tu madre desde la sierra
te felicita hijo mío,
mientras pelea con brío
por tu bien en esta guerra.
Todo mi gusto sería estar
hoy a vuestro lado
en el hogar bien amado
nido de paz y armonía.

El petrerense Gregorio Francés, voluntario de la 30 Brigada y desti-nado en el sector de transporte de suministros, acompañó en numerosas ocasiones a Remedios y recuerda que «era una mujer de principios, se hacía respetar y no era una mujer fácil». Las estrellas de teniente y su firmeza de carácter eran sus aliados para guardar distancias y hacer valer su autoridad entre los soldados. A pesar de ello, nadie podía evitar que algunas malas lenguas dijeran que se acostaba con los milicianos, como también se dijo de todas las mujeres que estaban en los frentes.

Con la firma de Fernando Verdú, uno de los muchos petrerenses muertos en combate, la 1a Cía. del 1ª Batallón de la 30 Brigada le dedica un poema como reconocimiento y estima ante el traslado de Remedios a otra unidad. Su nieta lo guarda con profunda admiración y cariño y de su lectura se deduce que, además de luchadora ejemplar, Remedios representaba para sus compañeros el papel de «madre protectora».Queda fuera de duda la celebridad y la estima que gozaba Remedios dentro y fuera de Petrer; se puede decir que representó junto con Lina Odena, Rosario la Dinamitera y tantas otras, lo mejor de la mujer española en unos momentos decisivos de la Historia de España.En el mes de agosto de 1937, M. Tagüeña es ascendido a jefe de la 3* División y por su citado libro de memorias sabemos que el Estado Mayor de su brigada le acompañó en su nuevo destino… «Así como a Remedios…».Les esperaban duros combates, primero en el frente de Teruel, más tarde en la Batalla del Ebro con la 3ª División cubriendo la retirada del resto de las fuerzas republicanas. El final de la guerra estaba próximo, se retrocedía constantemente por tierras catalanas. El intento de organizar la resistencia de Barcelona se vio frustrado por el abandono de sus defensores. Ya sólo quedaba el exilio por la frontera o a través de las montañas. En febrero de 1939, Remedios, con cientos de miles de republicanos cruza la frontera francesa por Port Bou. El campo de concentración de Ángeles-du-Mer y un largo y amargo exilio la esperaba. La esperanza de volver a su patria, de abrazar de nuevo a sus hijos, se vio con los años frustrada. La ocupación de Francia por las tropas alemanas añadiría meses más tarde un profundo desamparo en su alma, sólo la alegría de su hija Elisa, nacida de su amor con un exiliado español llamado Tomás Gómez, y su fe en el género humano le darían las fuerzas necesarias en su obligado exilio que duraría treinta y dos años.


HOMBRES AL FRENTE, MUJERES A LA RETAGUARDIA

Otras mujeres petrerenses también marcharon a Madrid para colaborar en su defensa. Pura Poveda Maestre la Ramasa, y Bárbara Payá Cortés la Estrosa, eran militantes de la Juventudes Socialistas Unificadas, las dos regresarían a los pocos meses; la primera de ellas, al caer muerto su marido Francisco Beltrán en el frente de Guadarrama, la segunda por enfermedad. La carne de mulo en malas condiciones le produjo unas fiebres muy altas que le impidieron continuar. Sabemos, por su testimonio, que Carmen Redondo Aracil acompañó a Remedios a Madrid los primeros días, pero sus hermanos José y Rafael, también voluntarios, la hicieron regresar a Petrer antes de entrar en combate. Durante los primeros meses de guerra, la incorporación de la mujer no fue muy numerosa. La propaganda las animaba a tomar las armas y formar parte de columnas de milicianos, aunque no siempre éstas entraron en combate. A la mayoría se le asignó trabajos de mantenimiento en la cocina, lavandería o sanidad. Pronto se las dejó de valorar en la acción militar, desatándose una fuerte polémica donde las alabanzas del principio se tornaron en duras críticas que cuestionaban la capacidad de la mujer para luchar como igual al lado del hombre.

El sentimiento machista afloraba, una vez más, incluso entre los combatientes más preparados. Así leemos en la revista Nuestra Brigada n° 32 del 27 de mayo de 1937 a un teniente que escribe: «Categóricamente declaro que mujeres en las trincheras no debían de existir… Porque allí donde hay una mujer entre soldados, ésta, aunque sea involuntariamente unos porque son débiles ante el sexo y otros contagiados por sus gracias, siempre felinas resta pensamientos y vitalidad combativa”.

Un decreto del Gobierno de finales de 1936, siendo presidente Largo Caballero, excluye a las mujeres del ejército regular, aunque algunas de ellas (Remedios es un ejemplo) continuaron hasta el final de la guerra. Razones de Estado, apoyadas en la necesidad de formar un ejército de reemplazo y con un componente elevado de disciplina militar, se sumaron a otras causas menos importantes, como la de evitar los brotes de enfermedades venéreas que habían hecho su aparición.
La mujer fue animada a ocupar, en la retaguardia, los puestos de trabajo que había dejado el hombre en las fábricas. La incorporación de éstas fue un hecho y la consigna aglutinó tanto a las organizaciones de mujeres como a los partidos y sindicatos, aunque fueron muchas las que espontáneamente trabajaban ya en la retaguardia sin esperar dicha consigna.

En Petrer, como en el resto del país, gran número de mujeres se movilizaron. A principios de otoño de 1936 un centenar de niños y niñas procedentes de Madrid llegaron evacuados a nuestro pueblo para huir de los constantes bombardeos que sufría la capital. Aquí fueron acogidos por las mujeres, compartiendo en sus hogares cuidados, pan y cariño. Al recordar estos hechos, aquellos que los vivieron exclaman ¡traían y faltaban! ya que había más familias dispuestas a la acogida que niños evacuados. Las mujeres demostraron un comportamiento ejemplar y solidario, pues no les importó compartir lo poco que poseían con otros más necesitados.


Petrerenses celebrando el primero de mayo antes del advenimiento de la República. Entre otros el tio Nelo, Carlos la ley, Consuelo la Fayaga, Sara, Claudia y Arturo Román


La confección de ropa para el frente fue una tarea importante que también realizaron las mujeres. En el Molinet y en un taller colectivo situado en Cuatrovientos, afiliadas a la CNT y la UGT, unas a tiempo parcial y otras con dedicación plena, realizaban chaquetas y pantalones para los soldados.

La construcción de refugios antiaéreos en la Plaça de Baix, en la de Dalt, calle Fomento, etc., contó con la colaboración de la mano de obra femenina. Angelina Montesinos, Justa Beltrán, como también Julia y Tona participaron activamente en los trabajos de excavación.
También encontramos mujeres en las fábricas de armas que, por motivos estratégicos, el Gobierno habla trasladado a nuestro pueblo. Durante dos años se fabricaron en Petrer armas cortas, cañones de poco calibre, etc. El historiador José M. Santacreu, en Festa 91, cita a Herminia Pérez, Armonía Maestre, Leonor Verdú, Concha Francés, a las que hay que añadir Rosa la de Manga y Dolores la Caudetana, como trabajadoras de esta fábrica.

Convertida la finca «El Poblet» en hospital de guerra, especialmente para voluntarios internacionales heridos en combate, mujeres como Pepita Maciá prestaron su labor como enfermeras. Para estos y otros heridos iban destinadas las sábanas, mantas y colchones que las mujeres de las Juventudes Socialistas y Libertarias recogían entre la población. Todavía recuerda Feliciana Tortosa la impresión que le produjo un águila dibujada que resaltaba de entre las cortinas de esta antigua y regia mansión.

También las representaciones teatrales que las JSU hacían por los pueblos eran una fuente de ingresos, aunque modestos, para el Socorro Internacional.La prolongación de la guerra agravó la escasez de alimentos, al mismo tiempo que la provincia de Alicante se convertía en receptora de una población evacuada cada vez más numerosa procedente de otras ciudades. Las colas y las cartillas de racionamiento hicieron su aparición y muchas mujeres de Petrer se vieron obligadas a viajar a otros pueblos en busca de harina y otros alimentos: estraperlo. Las cosechas de las fincas incautadas o confiscadas en nuestro pueblo fueron objeto de una siega muy particular durante semanas por jóvenes libertarias y socialistas. La carencia de hoces fue sustituida por las propias manos, que eran aliviadas y restablecidas con aceite de oliva.

La variación de las costumbres alcanza a la institución matrimonial produciéndose buen número de uniones libres, celebradas y registradas en los sindicatos obreros, como alternativa a la boda tradicional. Bonifacio Navarro, secretario local de las Juventudes Libertarias, actuó en una ocasión en este cometido.

Era habitual ver a las milicianas por la calle portando pistola al cinto, las manifestaciones públicas de jóvenes de ambos sexos en apoyo de la causa republicana eran frecuentes y la marcha de la guerra en los distintos frentes era seguida con interés, a través de los aparatos de radio instalados dentro de los locales sindicales frecuentados siempre por numeroso público.

La organización de Mujeres Antifascistas no tuvo presencia activa en Petrer, las mujeres socialistas o republicanas realizaban su labor a través de los partidos y sindicatos tradicionales; sin embargo, Mujeres Libres sí tuvo implantación en nuestro pueblo. Sabemos que Josefa Soriano Beltrán asistió al Pleno Regional de Mujeres Libres celebrado en Valencia el 28 de mayo de 1938. Esta organización anarquista planteó, por primera vez en España, la problemática de la mujer desde una perspectiva tan innovadora que resultaba difícil de entender, incluso para Federica Montseny, líder destacada de la CNT.

A grandes rasgos, Mujeres Libres proponía la igualdad entre los sexos, pues continuaba existiendo la doble moral, la explotación de la mujer, la marginación de la vida pública y la indiferencia casi total hacia sus reivindicaciones, incluso por los mismos militantes anarquistas.

María Soriano Beltrán, activista de Mujeres Libres, fue la primera mujer concejala del Ayuntamiento de Petrer (acta municipal del 20 de mayo de 1938). Hermana de Josefa Soriano, antes citada, ocupó junto con Ana Martínez M., compañera del conocido cenetista Ramón Congost, responsabilidades municipales en los últimos meses de la contienda.

Por último, es de justicia recordar los nombres de algunas mujeres que se distinguieron por su entrega y ab¬negación en aquellos años difíciles y turbulentos: Luisa, Inés y Josefina Montesinos Homenetes, Remedios y Bárbara Payá Estroses, Remedios Poveda la Mala, Ana Poveda la Turqueta, Pepita Gironés la Xixonenca, Rosario Iñiesta Pintetes, Brígida Valera, Társila Aracil la Merenga, Justa Beltrán, María Mollá, Carmen Montesinos Barruga, Dolores Marcos, Angelina Montesinos Quena, Rosa Bernabeu Roseta, Teodora y Felicitas Navarro, María Rosa Rico, Primitiva Sambartolomé; y por último a Josefa Poveda Beltrán y a Josefa Sambartolomé Poveda, fusiladas después de terminada la Guerra Civil.

Muchas de ellas fueron encarceladas y desterradas por defender o apoyar un régimen republicano legal¬mente constituido. Hoy resulta difícil entender que participar en un partido político o sindicato pueda ser un delito penado con la muerte o con años de prisión. Todas las guerras y mucho más si es una Guerra Civil desata del interior de los humanos sus miserias y sus grandezas y si bien alguna de estas mujeres pudo cometer algún acto reprobable, de ninguna manera el castigo impuesto estuvo en proporción al delito.


A MODO DE CONCLUSIÓN

Los avances logrados por la mujer durante la II República y las grandes posibilidades de emancipación que ofrecía se vieron truncados por el nuevo régimen vencedor de la guerra. La condición de la mujer retrocedió de nuevo al asignarle un papel de sumisión y obediencia que durante siglos había tenido en la vieja España.

Lo que aconteció durante los primeros años de posguerra es todavía poco conocido. La historia local de aquel periodo está condenada a desaparecer, inevitablemente, con sus protagonistas. Es urgente por ello, rescatar nuestra historia como legado colectivo de lo que fui-mos para, de este modo, entender lo que somos, evitando con ello que la sangre de los españoles y las españolas vuelva a derramarse.

La mujer tendrá que esperar casi cuarenta años para recobrar algunas de las conquistas del periodo republica¬no: el sufragio, la igualdad jurídica, el divorcio… La Constitución de 1978 les devolvió algunos de estos derechos y, aunque queda mucho por avanzar, hoy nadie duda de que sólo a través de la democracia, la libertad y la cultura podrán las mujeres alcanzar su emancipación.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

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- NAVARRO DÍAZ, P. (1996): «Música luces y sueños. La historia del tea¬tro y la zarzuela en Petrer». Festa 96. Petrer. – PAVÍA PAVIA, S. (1993): Petrer: Los años decisivos 1923-1939. Petrer.
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ARCHIVOS CONSULTADOS

Hemeroteca Municipal «Conde Duque» de Madrid.
Hemeroteca Instituto «Juan Gil-Albert» de Alicante.
Colección del Sumario Polémica de Petrer.
Biblioteca Municipal de Petrer

FUENTES ORALES

Vicente Maestre Morant ………………… 14-IV-94
Angelina Montesinos Rico ………………..22-IV-94 y 1900-96
Libertad Brotons Andreu …………………30-1X-96
Consuelo y Amor Reyes Payá ……………10-VI-96
Josefina Montesinos Verdú ………………4-11-96
Carmen Redondo Aracil …………………..3-111-97
Elisa Aracil Maestre…………………………7-IV-97
Tomás Jover Andreu……………………….15-1-97
Antonia Pérez Q.uesada…………………..164X-96
Álvaro Navarro Jiménez …………………294-96
Heliodoro Corbí Albert……………………30+96
Isabel Maestre Such………………………..224.-96
Encarnación Poveda Montesinos ………224-96
Pepita Gironés Amat………………………..9-XM-96
Ramón Aracil Jover…………………………17*95
Remedios Aracil Alzamora……………….7411-97
Gregorio Francés Jiménez………………..5-XJI-95
Leandro Jover Guijarro……………………174X-96

AGRADECIMIENTOS

Por último, agradecer a todas las personas que han prestado su ayuda con documentos, fotografías o sugerencias, como Patricia Navarro. Helios Aliaga, Mari Carmen Rico. Josefa Leal. Isabel Navarro. Pascual Maestre, Justa Antón, Francisco J. Navarro. B. Navarro. Rodolfo Juan…