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jueves, 9 de enero de 2014

LOS HOMBRES QUE VIVEN COMO MUÑECAS DE GOMA

Foto: Channel 4
Son heterosexuales y les gusta vivir bajo una capa de plástico y látex. La televisión británica desvela sus secretos en un documental.
SALOMÉ GARCÍA

Nacieron hombres. Se sienten hombres. Pero les hace gracia convertirse transitoriamente en algo así como muñecas hinchables gigantes a base de prótesis, rellenos y caretas de látex. Desmesuradas, inexpresivas, plastificadas. Desde luego, chocantes. Nada que ver con las drag queens que se limitan a exhibirse con kilos de maquillaje, pestañota postiza y pelucón a la mayor gloria de Priscilla, Reina del Desierto. Ellos llevan el guiño hasta el paroxismo: convertirse literalmente en muñecas de cuerpo entero, con toda su piel enfundada en una segunda piel de goma de apariencia inanimada. Entre la parodia de la muñeca Barbie y una profecía de lo que le puede pasar a algunas cuando se les va de las manos lo de abusar del bisturí, los rellenos y el bótox a granel. Más o menos guapas, más o menos exageradas. Son rubber dolls (muñecas de goma) o maskers(enmascarados, por aquello de que llevan sí o sí una careta de látex con rasgos de mujer).


Hace unos días el documental Secrets of the Living Dolls de Channel 4 mostraba el ritual de vestuario de estos locos del travestismo. Primero, introducirse cual buzo en rellenos de piernas falsas, un tronco falso y brazos de pega. Luego, el rostro de goma que solo tiene pequeños orificios para ojos, nariz y boca. Y, finalmente, la peluca. A continuación, sus vidas. Por un lado, la anónima, generalmente anodina. Por otro, la fantasía de convertirse en una mujer de bandera sui generis. Lo llamativo es que los hombres aficionados a esta suerte de fetichismo no siguen un único patrón. No son necesariamente transexuales, ni gays. De hecho, abunda el heterosexual juguetón. Ahí estaba Robert, un septuagenario californiano recién divorciado y dispuesto a acudir este año al Rubberdoll Rendezvous de Minneapolis, una convención anual de amigos del látex, el bondage y el sadomasoquismo y toda forma de fetichismo con acabado vinilado. O Jon, más conocido como 'Jennifer': operador de grúa industrial, padre de seis hijos y director del Rubberdoll Rendezvous. O Joel, un joven bartender a punto de mudarse a vivir con su novia, quien no tiene reparos en que él se convierta en ‘Jessie’ de cuando en cuando.

Si hay que buscar un padre a esta manifestación de libertad sexual, emocional y hasta artística ese es, sin duda, el fotógrafo alemán Peter Czernich. Creador de la revista sobre fetichismo Marquis y uno de los que más ha dignificado esta forma de expresión sexual. Él mismo define de manera muy clara la apariencia de estas muñecas humanas: “Deben vestir totalmente enfundadas en látex y tener los rasgos femeninos muy exagerados. Eso incluye tetas de torpedo, cintura de avispa y caderas, muslos y trasero muy acentuados. Barra de labios brillante, pestañas superlativas y uñas extralargas. Por lo general, suele ser sumisa, lista para el disfrute de otros. O sea, un juguete sexual”. Una fantasía que mueve una inquieta industria casi artesanal dedicada a fabricar no solo las máscaras, sino prótesis de senos, caderas, nalgas y hasta falsas vaginas con un ingenioso receptáculo para acoplar los testículos y poder dar salida a la orina como una señorita.Un 'outfit' completo puede salir por más de 600 €


Robert Sherry, un jubilado de 70 años afirma en el documental que le cuesta salir con mujeres porque no son más guapas que sus disfraces de muñeca
Foto: Channel 4 

Y al igual que hace un par de décadas no se concebía un evento de postín sin la consabida drag queen simpaticona, o, más recientemente, sin una o varias chicas it con novio rockero, lo último es contar con una famosa rubber doll. En este apartado, la reina tiene nombre propio: Pandemonia. ¿Hombre o mujer? “Artista conceptual y post-pop”, responde sin pudor cuando se intenta indagar sobre la condición sexual del ser humano que anida bajo el traje y la peluca hinchables. Indefectiblemente acompañada por su perrito – también inflable– Snowy y encaramada a unos taconazos de infarto. Y se la rifan inauguraciones de galerías de arte, exposiciones y desfiles de moda, como el de la firma de zapatos brasileña Melissa en la Semana de la Moda de Sao Paulo. Es la última excentricidad de un mundo donde arte, espectáculo y exhibicionismo son un billete seguro a la fama.

Pandemonia no es una 'rubber doll', es un artista/muñeca hinchable que se pasea por los eventos de la moda.
Foto: Getty


Texto extraído de: el país

martes, 12 de febrero de 2013

QUERER SER MUJER O QUERER SER BARBIE


Por: Silvia C. Carpallo


Los ideales de belleza cambian, y pese a tener claro que es una noción cultural, caprichosa y cambiante, marcan nuestra vida, y de qué manera. Alta, delgada, “pechugona”, cintura de avispa, con caderas pero las justas, largas piernas… Ser una Barbie puede llegar a crear muchas obsesiones.

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I























Si muchas nos conformamos con planear esas dietas que pocas veces cumplimos, o con algún que otro retoque, parece que el convertirse en una muñeca andante se ha convertido en el objetivo vital de algunas mujeres. Las llaman las barbies humanas, y su “logro” es el de haber pasado por el quirófano para reformar por completo no sólo su cuerpo, sino sobre todo su rostro, para tener ese aspecto de muñeca.
Esta nueva “tendencia” la inició Dakota Rose, también conocida por KotaKoti o Dakotakoti, que tras subir algunas de sus imágenes y vídeos en Internet, se hizo enseguida con un aluvión de seguidores gracias a ese aspecto físico casi irreal. La polémica ya estaba servida, e incluso se valoró que pudiera ser una imagen creada por ordenador, (ya que se desconocen muchos datos de su vida real, ni si quiera su edad, que se calcula en torno a los 16 y 19 años), aunque finalmente lo que sí se admitió es que esas imágenes, pese a pertenecer a una mujer de carne y hueso, estaban bastante retocadas con Photoshop.

Si con una no había bastante, posteriormente comenzaron a aparecer incluso de dos en dos. Fue el caso de las ucranianas Valeria Lukyanova y Olga Oleynik, más conocida como Dominika. Las fotos y videos de estas dos “muñecas rubias”, algo más mayores que su antecesora, también causaron pronto una revolución en la red, declarando ellas mismas que habían encontrado la una en la otra a su “hermana espiritual”. El caso de Dominika es, si cabe, aún más llamativo, puesto que además de su rostro, el quirófano también le sirvió para tener una cintura mucho más estrecha y un busto algo más que prominente.

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Imágen de Dominika, extraída de la recopilación de las mejores Barbies Humanas de Alfonso Jiménez paraInMagazine
Aunque ya son varias las mujeres que han alcanzado la fama gracias a su conversión en Barbies humanas, no son las únicas afectadas por esta obsesión estética, y es que también existe el Ken humano. Se trata de Justin Jedlica, un hombre de 32 años que se ha sometido a nada más y nada menos que 90 operaciones de cirugía estética, para las que ha tenido que invertir más de 100.000 dólares, y con todo y con eso no se encuentra feliz con su físico, porque no ha logrado transformarse completamente en Ken. Lo triste de esta historia, es que encima Ken y Barbie, no se llevan bien. Jedlica y Dominika coincidieron en una sesión de fotos, en la que acabaron discutiendo por quien de los dos abusaba más del maquillaje o había pasado demasiado por el quirófano.

Ken humano Inmagazine


















Imagen del Ken Humano extraída de la recopilación "Las muñecas cobran vida"


Si todo esto podría parecer algo, admitámoslo, siniestro, lo es aún más cuando parece que esta obsesión se transmite de madres a hijas. La prensa internacional informaba sobre el caso de Burge, otra de estas Barbies humanas versión americana, que había regalado a su hija de 7 años una operación de aumento de pecho. Por lo menos, legalmente no podrá realizársela hasta los 16, ya que evidentemente la niña ni si quiera se ha desarrollado aún, y por lo tanto, ni sabe cómo será su cuerpo.

Por suerte, estos casos, aunque varios, son los menos.Existen también proyectos que intentan conseguir todo lo contrario, visualizar a las mujeres simplemente como eso, como a mujeres, con sus defectos, con sus virtudes, y como todo un mundo lleno de diversidad, que es casi imposible resumir en un solo canon de belleza establecido.

Uno de los más llamativos es The Nu Project, surgido en 2005 desde el estudio de Matt Blum Photography, y que este 2013 llega también a España. Se trata defotografías de mujeres en sus propias casas, con el maquillaje al mínimo y sin grandes efectos de luces. No se trata de hacer desnudos artísticos o con glamour, sino de simplemente mostrar a todo tipo de mujeres, dentro de su propia intimidad, y con todas y cada una de sus peculiaridades. Las “modelos por un día”no cobran por estas sesiones, sino que, como agradecimiento, se les entregan diez fotografías de la sesión para que puedan hacer un uso personal de las mismas. Igualmente las fotografías seleccionadas son colgadas en la web oficial del proyecto.

The nu project portada
Una de las imágenes cedidas para el Blog Eros por The Nu Project

Para las primeras sesiones se han contado con más de 100 mujeres estadounidenses, pero ya están buscando mujeres que participen a escala internacional. En la web pueden verse ya, por ejemplo, las fotografías realizadas a mujeres de Suramérica, e igualmente, el modo de contactar para las sesiones deeste año en la Península Ibérica.

Su lema “You are beutiful”, describe en sí mismo lo que uno se encuentra al navegar por su galería de imágenes. Mujeres, que mucho lejos de ser Barbies humanas, son bellas tal cuál son, porque incluso con algún retoque, o un tatuaje,no intentan ser nadie, salvo ellas mismas, y así es como se muestran a cámara.

The nu project collage


















Una recopilación de algunas de las imágenes más bellas de este ´Arproyecto

Artículo aparecido en El País