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jueves, 30 de abril de 2015

EL PRIMERO DE MAYO EN PETROGRADO, por Emma Goldman

Emma Goldman
El primero de mayo en Petrogrado

(Extracto de Viviendo mi vida)



Publicada por vez primera: En inglés, como parte de su autobiografia, Living My Life, en 1931 por Alfred A. Knopf.
Versión en castellano: En Emma Goldman, La Hipocresia del Puritanismo y otros ensayos

Emma Goldman da un mitin en Nueva York el 21 de mayo de 1916.

En 1890 se celebró en América por primera vez el primero de Mayo como el día de fiesta del Trabajo internacional. El Día de Mayo llegó a ser para mí un acontecimiento extraordinario, inspirador como pocos. Ser testigo de la celebración del Primero de Mayo en un país libre era algo con que se podía soñar o desear con vehemencia, pero que quizás nunca se realizaría. Y ahora, en 1920 el sueño de muchos años iba a convertirse en realidad en la Rusia revolucionaria. La impaciencia me devoraba por presenciar pronto el Primero de Mayo.
Fue un día glorioso; al calor del sol primaveral se iban derritiendo los últimos hielos del invierno inclemente. Desde muy temprano sonidos musicales me saludaron, grupos de trabajadores y soldados marchaban por las calles entonando cantos revolucionarios. La ciudad estaba alegremente adornada: la plaza Uritski, frente al Palacio de Invierno, era una masa roja y las calles cercanas un verdadero tumulto de colores. Multitudes compactas se dirigían hacia el Campo de Marte donde yacían los héroes de la Revolución.


Aunque tenía una tarjeta-invitación para la tribuna oficial preferí permanecer entre el pueblo para sentirme una parte de la gran hueste que había llevado a cabo el acontecimiento mundial. Este era su día, el día de su realización. No obstante... parecían peculiarmente tranquilos, abrumadamente silenciosos. No había alegría en su cantar, ni regocijo en su risa. Marchaban mecánicamente, automáticamente respondían a los claqueurs de la tribuna oficial que gritabanHurrah a medida que las columnas pasaban.

Por la noche se iba a verificar un acto público. Mucho antes de la hora anunciada la plaza Uritski, frente al Palacio, y las orillas del Neva hervían de gente, reunida para presenciar el acto al aire libre que simbolizaría el triunfo del pueblo. La pieza constaba de tres partes: la primera describía las condiciones que condujeron a la guerra y el rol de los socialistas alemanes en ella; la segunda reproducía la Revolución de Febrero, con Kerenski en el poder; la última, la Revolución de Octubre.

Celebración del 1 de mayo en la Plaza del Palacio, Petrogrado
Fue una pieza vivida, real, fascinadora. Se representó en los peldaños del que fue Stock Exchange, frente a la plaza. En el escaño más alto se sentaban reyes y reinas con sus cortesanos, a quienes rendían pleitesía militares endosados en vistosos uniformes. La escena representa una recepción de gala: se anuncia que se va a construir un monumento en homenaje al capitalismo mundial.

Hay mucho regocijo y sigue una salvaje orgía de música y danza. Entonces de las profundidades emergen las masas esclavizadas y trabajadoras, sonando sus cadenas tristemente en contraste con la música de arriba. Están respondiendo a la orden de construir el monumento para sus amos: se ven algunos que llevan martillos y yunques; otros tambalean bajo el peso de enormes bloques de piedra o van cargados de ladrillos. Los obreros trabajan penosamente en su mundo de miseria y obscuridad, azotados, para que realicen esfuerzos mayores, por el látigo del capataz de esclavos, mientras arriba hay luz y alegría y los amos están de fiesta. La realización del monumento se señala por amplios discos amarillos levantados en alto en medio del regocijo del mundo que se mueve en la cumbre.

En este momento se ve una banderita flameando abajo, y una pequeña figura que arenga al pueblo. Puños amenazantes se alzan y la bandera y la figura desaparecen para reaparecer en diferentes partes del bajo mundo. Otra vez flamea la bandera roja, ora aquí, ora allá. Poco a poco el pueblo cobra confianza y se vuelve amenazador. La indignación y la angustia crecen, los reyes y las reinas empiezan a alarmarse. Para mayor seguridad se encierran en las ciudades, y el ejército se prepara para defender la fortaleza del capitalismo.

Estamos en agosto de 1914. Los gobernantes están otra vez de fiesta y los trabajadores siguen esclavizados.

Los miembros de la Segunda Internacional están confabulados con el poder. Permanecen sordos al alegato de los trabajadores que piden los salven de los horrores de la guerra. Entonces los acordes del God save the king anuncian la llegada del ejército inglés. Es seguido por soldados rusos con fusiles y artillería y una procesión de enfermeras y tullidos, el tributo para el Moloch de la guerra.

El siguiente acto describe la Revolución de febrero. Banderas rojas aparecen por todas partes, automóviles blindados se atacan entre sí. El pueblo asalta el Palacio de Invierno y arría el emblema de la mansión del Zar. El gobierno de Kerenski asume el poder y el pueblo es arrastrado otra vez a la guerra. Entonces viene la maravillosa escena de la Revolución de Octubre, con soldados y marineros que marchan a lo largo del amplio espacio que se extiende ante la construcción de mármol blanco. Saltan a los peldaños del palacio, hay una breve lucha y las masas lanzan vítores de triunfo. LaInternacional flota en el aire; sube más alto y más alto en exultantes estruendos de alegría. Rusia es libre; los trabajadores, soldados y marineros anuncian la nueva era, el comienzo de la comuna mundial.

Enormemente conmovedor fue este acto. Pero la inmensa masa permaneció silenciosa. Sólo un débil aplauso se oyó de la gran muchedumbre. Yo estaba confundida. ¿Cómo explicar esta sorprendente falta de respuesta? Cuando le hablé a Lisa Zorin acerca de ello dijo que el pueblo había vivido la Revolución de Octubre y que la representación teatral era un pálido reflejo de la realidad de 1917.


Pero mi pequeña vecina comunista me dio una versión diferente: El pueblo ha sufrido tantas desgracias desde octubre de 1917, dijo, que la revolución ha perdido todo significado para él, La pieza tuvo la virtud de hacer su dolor más acerbo.


Título: El primero de mayo en Petrogrado
Autor/a: Emma Goldman
Fecha: 1920
Fuente: Recuperado el 13 de junio de 2013 desde kclibertaria.comyr.com
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Texto extraído de: theanarchistlibrary.org

miércoles, 29 de abril de 2015

MUJER, DIOS Y PATRIA - Luisa Bustencio

Periódico Verba Roja. Chile 1920. Mujeres anarquistas del 1900


Cuando estaba sujeto al yugo maternal, se me impartían ciertas enseñanzas y algunos consejos, entre los cuales recuerdo este: "La madre debe entregar sus hijos a la patria para que sostenga su honor y defienda su integridad". En el colegio, otra mujer con el título de profesora, siguió enseñándome deberes, ocultándome la verdadera noción de las cosas, para atrofiar mi cerebro con los mitos Dios y Patria: la religión del crimen y el culto de la muerte.
El miedo a lo sobrenatural y la estrofa patriótica, hábilmente puesta en juego por educacionistas oficiales, extinguieron en mí todo raciocinio y así como la noche rogaba, transida de miedo para aplacar las cóleras divinas, los himnos y marchas patrióticas, me embriagaban haciéndome desear ser madre para brindar mis hijos a la grandeza de la patria.

Hoy la realidad de las cosas y la experiencia adquirida en jornadas de la vida, me han demostrado claramente que en la casa y en la escuela, me educaron para ser un instrumento inconsciente, llamada a perpetuar las injusticias sociales.Emancipada del cura, mi fantasía no se forja fantasmas diabólicos, al contrario, osada y libre, ha comprendido la belleza del ideal libertario, a la realización del cual aporto mi humilde contingente.


No seré la madre que vea a mis hijos conquistar laureles con el crimen ni que los ofrezca por holocausto al patriotismo, de ese engaño que germina en el cerebro de los ignorantes, inculcado por aquellos que medran con el dinero y la sangre del pueblos. Prefiero verlos lejos de mí, antes de verlos arrastrados en los pudrideros llamados cuarteles, muñecos de la disciplina, se convierten en "asesino" de sus semejantes y sostienen con la punta de sus bayonetas a esta sociedad injusta y criminal.


¡Madres! Seguid mi ejemplo: se os repite Dios y Patria, pues ni Dios ni Patria; porque ambos han sido inventados por tiranos para esclavizar a los pueblos; en cuanto a vuestros hijos, educadlos en la escuela racionalista para que mañana combatan por la revolución social."


Luisa Bustencio

Periódico Verba Roja. Chile 1920. Mujeres anarquistas del 1900


(el título del artículo no es el original)

Texto extraído de: noticiasyanarquia.



domingo, 26 de abril de 2015

FEMINISMO Y ANIMALISMO, DOS LUCHAS EN COMÚN

La activista Eva Benet participa en las jornadas feministas del sindicato Acontracorrent
Feminismo y animalismo, dos luchas en común



“Vete a fregar”, “puta”, “chúpamela”, “abortistas”, “tú lo que necesitas es que tu marido te pegue una buena hostia”. Son injurias que puede escuchar una mujer activista por los derechos de los animales que se manifieste en la puerta de una plaza de toros. Si es hombre, se le califica invariablemente de “maricón”. La hostilidad en el mundo de la “fiesta nacional” (donde a quienes protestan se les llama asimismo “catalanistas”), así como la jerga atravesada de homofobia, sexismo y “especismo”, hace casi necesaria la hermandad entre los movimientos feminista (también por los derechos de gays, lesbianas y transexuales) y animalista.

En el feminismo se utiliza habitualmente la metáfora de las “gafas” violeta. Permite denunciar que el “rosa” es el color natural de las niñas, mientras que el azul se reserva para los varones. La mirada feminista denuncia que se trata de construcciones culturales para nada inocentes. Muñecas con vestido rosa y cocinas de juguete preparan a las niñas para el espacio privado (la casa, la maternidad forzosa y el cuidado de la familia). A los niños, dentro del reparto de roles sexista, se les dirige hacia los juegos de acción.


El animalismo también utiliza unas gafas, apunta la activista y trabajadora precaria, Eva Benet, en las jornadas feministas organizadas por el sindicato Acontracorrent en Valencia. Donde el “especismo” humano presenta la muerte de un animal como tradición, arte y cultura, la mirada animalista observa la sangre, la tortura y la muerte de un ser vivo encerrado. En este caso, la discriminación no se da en función del sexo, la raza o la clase social, sino de la especie. Como ejemplo de agravio comparativo, se consideraría inadmisible insertar un tubo de acero en una testa humana, pero el criterio no sería el mismo si el experimento se realizara con una mona, para medir los efectos del estrés y la menstruación (caso que realmente ocurre). “Hay por tanto un proceso de apropiación de los cuerpos ajenos, como ocurría también (con el cuerpo de la mujer) en la ley del aborto impulsada por Ruiz Gallardón”, concluye Eva Benet.

Un anuncio publicado en los periódicos de 1845 se refería de este modo a una mujer esclavizada: “se vende, recientemente parida, con abundante leche”. La explotación de las mujeres y de los animales se desarrolla en paralelo. Las vacas también producen la leche, como mamíferos, cuando han parido una ternera tras una gestación de nueve meses. Cuando se convierte en una vaca “seca” (en el lenguaje de la industria), será conducida al matadero y el vástago le sustituirá en el proceso de producción. “Se hormona a la vaca para que genere 45 litros diarios de leche, diez veces más de su capacidad natural, y será medicada con el fin de que soporte el confinamiento”, explica Eva Benet.

 El 80% de los antibióticos producidos en Estados Unidos se destinan a los animales de granja. Además, una vaca podría vivir perfectamente 25 años, pero entre los cuatro y los seis es conducida al matadero.
El ejemplo no difiere gran cosa del descrito por Frederick Douglass en la autobiografía “Vida de un esclavo americano contada por el mismo”, publicada en 1845. En uno de los pasajes cuenta cómo un hombre blanco, tras años de trabajo duro y ahorro, se compra a una mujer negra (Caroline) y, para rentabilizar la inversión, alquila a un hombre negro (esclavo) para encerrarlo con ella en una habitación. Al cabo de un tiempo Caroline dio a luz a gemelos, con lo que el propietario obtuvo el rédito esperado.

Según Eva Benet, “el heteropatriarcado, el racismo y el especismo se complementan; la violencia se presenta como situación excepcional, como una locura, y no como la consecuencia de un sistema opresor”. Por eso en muchas ocasiones la violencia machista se justifica como un crimen pasional, una consecuencia del alcohol o incluso una verdadera demostración de amor. También se despacharon como episódicas las denuncias de sadismo en la granja de cerdos “El Escobar” (Fuente Álamo, provincia de Murcia), planteadas por la ONG Igualdad Animal en febrero de 2012. “Si la violencia es excepcional, el sistema no ha de cambiar; y a quien denuncie la violencia lo acusarán de terrorismo, como se ha hecho históricamente”, explica la activista.

Otra consecuencia de la violencia sistémica es la cosificación, entendida como la eliminación de la personalidad para la conversión en objeto. “Todo proceso de cosificación empieza por el lenguaje”, apunta Eva Benet. “El lenguaje es una herramienta ideológica muy poderosa”, añade, “y no es casual la negativa de la Real Academia Española a incorporar y fomentar un lenguaje no sexista”. Las conexiones simbólicas entre las jergas especista y machista resultan palmarias: “zorra”, “puerca”, “pájara”, “guarra”, “víbora”. Los diccionarios taurinos, accesibles en Internet, incluyen expresiones como “machorra” (vaca esteril); “maricón” (toro al que “montan” otros machos de la camada) o “desecho” (toro que no sirve para la lidia). La ristra de ejemplos resultaría inacabable: alusiones a la frivolidad de las mujeres, presentadores de televisión que se refieren a una mujer transexual como “ello” o la idea de que los cerdos son sucios, cuando –apunta Eva Benet- se trata de animales limpios cuando se les deja en libertad.


En el circo de Carl Hagenbeck, un circo humano que recorrió Europa a finales del siglo XIX, se trataba a los hombres, mujeres, niños y niñas igual que a animales. El público pagaba la correspondiente entrada por ver actuar a personas de la etnia Kawésqar, emplazada en el Chile austral (muchos de ellos murieron por las condiciones de explotación a las que se vieron sometidos). En este tipo de situaciones late una lógica de la dominación, que se traduce en un sistema de valores que tiene un grupo dominador que ejerce poder sobre otro. Y que además elabora una teoría para justificar su dominación. Otra de las claves, indica Eva Benet, es la imposición de dicotomías como naturaleza/cultura; razón/emoción; masculino/femenino; humano/animal. “Una acusación tópica que nos hacen a las personas que defendemos a los animales es dejarnos llevar por los sentimientos y las emociones”, explica la activista. “La emoción en el sistema patriarcal es una característica femenina y, por tanto, devaluada”.


La contraposición interesada entre razón y emoción, o entre cultura y naturaleza, se visualiza perfectamente en una corrida de toros, según la filósofa y teórica ecofeminista Alicia Puleo, quien ha estudiado los vínculos entre la opresión a la naturaleza y a las mujeres. “La muerte del toro es concebida como el triunfo de la razón sobre un ser inferior; una razón patriarcal que ha expulsado del concepto verdaderamente humano todo aquello que no forma parte de la masculinidad”, sostiene. Beatriz Preciado, feminista y escritora queer, explica que el feminismo no es un humanismo, ya que éste se ha construido basándose en un hombre blanco y heterosexual. Define además el animalismo como un feminismo no antropocéntrico. El paralelismo se establece del siguiente modo: los animales han experimentado siempre en carne propia la razón patriarcal, en jaulas, laboratorios o mataderos; y las mujeres también conocen perfectamente los procesos de destrucción de sus cuerpos, por ejemplo mediante la hormonación.


Eva Benet explica el caso de la terapia hormonal sustitutiva (aplicadas a mujeres con menopausia para que no dejen de menstruar), como modelo de control y cosificación del cuerpo femenino. La menopausia era concebida históricamente como una época plena, un periodo en que las mujeres podían mantener relaciones sexuales sin riesgo de embarazo. Pero esta idea se modificó. Así, en la década de los 60 del siglo XX se publicó un libro, “Femeninas para siempre”, donde se identificaba la desaparición de la regla con una especie de abismo. A las mujeres se les rompían los huesos, se les paraba el corazón y perdían el deseo sexual. “De este modo se relacionó feminidad con menstruación, y se creó una enfermedad”, apunta la activista. Con campañas de mercadotecnia muy potentes, se ofreció una solución: las pastillas evitarían que una mujer dejara de serlo. Sin embargo, en 2005 se suspendieron estas terapias al constatarse que morían mujeres. Además, se han relacionado con cáncer de mama y el de ovario.

En el ámbito filosófico y teórico, el libro “Liberación animal” (1975), de Peter Singer, marcó un hito. Fue el punto de partida del movimiento por los derechos de los animales, al que dotó de argumentos y discurso. Sin embargo, la reflexión sobre la ética en el trato a los animales figura ya en autores como Voltaire, Bentham y Rousseau. Henry Salt publicó en 1892 “Derechos de los animales”, precedente de la obra de Singer. Dos siglos antes de que “Liberación animal” viera la luz, Mary Wollstonecraft escribió “Vindicación de los derechos de la mujer”, una de las obras fundacionales del movimiento feminista. Aunque no se diga en los libros de historia, resalta Eva Benet, las mujeres destacaron por reivindicar un trato ético a los animales: Mary Wollstonecraft, Lucy Stone, Virginia Wolf… “Escribieron y trabajaron para evitar la crueldad humana con los animales”. Y también eran feministas. Luchaban en dos frentes: por el derecho al voto (sufragismo) y contra la vivisección (experimentos con animales vivos). Eva Benet recuerda que muchas sufragistas fueron vegetarianas. El “feminismo cultural” del siglo XX volvió a relacionar vegetarianismo y feminismo


Enric Llopis
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 18 de abril de 2015

LOSOVSKI LEVANTA EL TELÓN, por Emma Goldman

Emma Goldman
Losovski levanta el telón

Texto extraído de "La hipocresía del puritanismo y otros ensayos"


Alexandr Losovsky (Александр Лозовский)
Durante el primer congreso de la Internacional sindical roja, emplearon, Losovski como jefe de esa organización, y sus colaboradores, todos los medios para convencer a los delegados extranjeros y en especial a los franceses de que la III Internacional no tenía la intención de someter a su control la Internacional sindical roja. Lejos de hacer de la I.S.R. una rama dependiente de la Tercera Internacional, saludaban a esta como a una organización hermana autónoma con la que pensaban trabajar mano a mano.

Nosotros, que estábamos en Rusia entonces y teníamos un íntimo contacto con el trabajo previo de la I.S.R., sabíamos sin embargo más. Sabíamos que la I.S.R. debía inyectar sangre fresca en el cuerpo achacoso de la Tercera Internacional, que sólo se componía aun de un puñado de intelectuales. En los círculos comunistas rusos era un secreto a voces el fin a que era destinada la I .S. R., pero era necesario hacer creer a los delegados extranjeros y en especial a los anarco-sindicalistas franceses, enemigos de toda tutela sobre su organización por un partido político cualquiera, que la Internacional comunista estaba libre de tales intenciones, al menos era necesario hacer creer hasta que hubiesen sido ganados para la I.S.R.

Desfile de bienvenida a los delegados de la Internacional Comunista, 1920. 

Conservo bien en la memoria mi conversación con el ruso-americano De Leonite Reinstein, referente a las relaciones de ambas internacionales.

Reinstein había vivido muchos años en los Estados Unidos y fue siempre un adversario de los I.W.W. y de los anarquistas-sindicalistas. En 1917 se dirigió a Rusia y figuraba allí constantemente como delegado del proletariado americano. Esto era en tiempos del bloqueo, durante el cual era muy difícil entrar en Rusia y cuando no habían descubierto aún otros delegados americanos nombrados por sí mismos cuan provechoso es servir a los moscovitas. ¡Qué hará ahora el pobre Reinstein cuando la concurrencia americana es tan fuerte!

En 1921 era Reinstein presidente de la comisión anglo-americana para los trabajos preparatorios del congreso sindical. Reinstein decía entonces que había sido su idea la que movió a la Internacional comunista a fundar una nuevaInternacional sindical. Eso era inevitable para la Tercera Internacional si no quería ser un mero club de discutidores políticos, pues entonces la Tercera Internacional estaba compuesta sólo de rusos y de extranjeros en absoluto separados del exterior, es decir, que no tenía la menor idea de lo que pasaba entre los trabajadores de otros países. Una corporación obrera organizada en escala internacional —decía Reinstein—, añadiría a la Tercera Internacional nueva y vigorosa savia y se convertiría pronto en un poder mundial. Destino y función predeterminado y prefijado a la I.S.R. largo tiempo antes de su nacimiento.

Y es preciso decir que la I.S.R. hace honor a sus creadores. No sólo ha sido creada de acuerdo al modelo de laInternacional Comunista, sino que es realmente el clisé de todos sus sueños y planes. Y esos sueños no son otros que la dominación de los trabajadores y su dependencia del Estado político, lo que hoy es llamado leninismo. La I.S.R. no tiene más misión que la de asegurar esa dominación mundial.

Los delegados del primer congreso de la I.S.R. cayeron con facilidad en el lazo que les había tendido Moscú; algunos, a causa de su ingenua fe en que la Tercera Internacional representaba efectivamente la revolución rusa; otros —y estos constituían la mayoría— fueron suficientemente perspicaces para comprender el engaño; pero consideraron más sensato servir a los amos de Moscú en vez de servir a su organización, que los había enviado para defender la Internacional Sindical Roja contra el ensayo de asociarla a objetivos políticos. Aparte de ellos, se encontraban entre los delegados hombres serios que rehusaron dejarse hipnotizar, pero tuvieron poca ocasión para hacerse oír en esa asamblea dominada por pseudo delegados de centros industriales como Palestina, Muchara o Afganistán, por ejemplo.

Han pasado tres años desde entonces. La I.S.R. ha señalado más y más quién es amo en su casa y qué órdenes deben ser ejecutadas, órdenes que no persiguen otro propósito que esparcir en las filas del proletariado internacional el caos, la confusión y la desconfianza. Sin embargo existen aún almas crédulas que se atienen tenazmente a la superstición de que laInternacional Comunista no es más que la buena hermana de la I.S.R.; esta protege frente a los ataques de los enemigos a su débil organización hermana. Por eso es preciso que sepan de La fuente comunista más autoritaria, del presidente de laI.S.R., qué rol ha desempeñado laInternacional Comunista en la vida de la I.S.R. y qué rol desempeñará.


La Pravda dedicada al quinto aniversario de la Tercera Internacional, contiene el siguiente artículo de Losovski. Escribe entre otras cosas lo que sigue:

Por eso, porque la Internacional Comunista expuso la demanda de conquistar los sindicatos existentes desde dentro, en lugar de formar nuevas y pequeñas organizaciones revolucionarias, ha sido salvado todo el movimiento sindical del completo derrumbamiento.

La Tercera Internacional,no sólo tiene el mérito de ser la autora de la Internacional Sindical Roja, es, además, el guía de su camino y de su actividad.

Es necesario ocuparse cuidadosamente de la obra de la I.S.R., de las resoluciones y decisiones de su soviet central para reconocer cuán entrelazadas están ambas internacionales. En realidad, todas las resoluciones fueron inspiradas por el Cominter en la dirección de sus fines y métodos... De igual modo que la I.S.R. no podría haber nacido sin la ayuda de la Internacional Comunista, ésta no podría, sin aquélla, y sin los partidos comunistas, continuar existiendo en todos los países. Justamente ese estrecho intercambio de interpretaciones políticas y de ideas es lo que provocó los ataques de los anarquistas contra la Internacional Comunista... Pero nosotros no tenemos tiempo para escuchar las charlatanerías reformistas y anarquistas. La Internacional comunista está muy ocupada en la formación de un frente único de lucha revolucionaria contra el bloque reformista de Amsterdam y de la Segunda Internacional.

La Internacional Comunista no ha considerado nunca el movimiento obrero como un campo cerrado que no tendría derecho a pisar en razón de su programa y de sus métodos... Tal cosa exigen constantemente de nosotros los anarquistas y los reformistas. Pero la Internacional Comunista no cederá jamás a esa exigencia. El fin de nuestro partido es ganar la mayoría de la clase obrera, y organizar a ésta para la revolución, para cuyo fin son indispensables los sindicatos. Pero éstos no son considerados por la Internacional Comunista como un fin, sino como un medio para instalar la dictadura del proletariado. Y por esa razón la Internacional Comunista debe declarar la guerra a la solución de los anarco-sindicalistas franceses: todo el poder a los sindicatos.

Desde 1921, Losovski parece que ha aprendido a revelar algunas veces la verdad y a traicionar secretos comunistas. Con otras palabras: declara que la Internacional Comunista no ha tenido nunca la menor idea de que los fines y la actividad de la I.S.R. significan algo especial junto a los suyos propios, y que todo debe subordinarse a la Internacional Comunista, cuyo propósito, según Losovski, es la conquista del poder político y la dictadura del proletariado.

Algún día comprenderán seguramente los trabajadores la completa significación de esa dictadura.


Entonces comprenderán que sólo han sido títeres en el teatro del comunismo y han contribuido por eso a poner en escena el drama ruso, aquel drama que ha enterrado la revolución, paralizado el pensamiento y los actos de las masas y que ha creado un sistema de persecuciones políticas como apenas había visto antes el mundo. Entonces reconocerán que bajo la dirección del comunismo han restablecido el capitalismo.


Se debería desesperar por completo de las posibilidades de las masas si no se cree apasionadamente que ese despertar vendrá.

Título: Losovski levanta el telón
Autor/a: Emma Goldman
Fecha: 1924
Tema: Crítica
Notas: Publicado originalmente en Berlín, abril de 1924.
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Texto extraído de: theanarchistlibrary

viernes, 17 de abril de 2015

ALGUNAS TENEMOS COÑO



Algunas tenemos coño.
Se ve que a algunos le cuesta aceptarlo pero así es.

Algunas tenemos un coño. Unos labios menores, unos labios mayores, un clítoris, una vagina, un útero, dos ovarios…un coño, vamos.


Un coño que a muchas nos han mutilado, cortado, cerrado para demostrar nuestra virginidad, vuelto a abrir…un coño que es una herida que nunca cierra, que siempre sangra, que siempre duele y no se olvida.


Un coño sobre el que políticos se creen con el derecho de legislar. Un coño que para ellos es el cuenco que somos nosotras mismas, ya que para ellos tenemos el valor sólo como engendradoras, quedando nuestros derechos fundamentales a la libertad, la autodeterminación y el bienestar de personas aquí y ahora, subsumidos a los derechos de alguien que no está claro cuándo empieza a serlo.

Un coño que es medicalizado como un problema, rasurado como un estorbo, ocultado como una vergüenza.

Un coño que nos han violado, no sólo desconocidos sino amigos, novios, tios que nos han caído bien al principio. Un coño que, o defendemos con la muerte, o es señal inequívoca de que no ha sido violado: un coño que al parecer se identifica tanto con nosotras mismas, que dar la mano, un paseo o sonreir significa que hay vía libre de acceso. Un coño que nos han hecho sentir como algo tan ajeno que hemos visto estupefactas cómo vivía situaciones a las que no sabemos cómo hemos llegado ni cómo salir: nos han enseñado a no hablar, a callar, a mirar hacia abajo y a follar sin deseo.


Un coño por el que hemos pasado miedo: miedo a ir sola por la calle, miedo a entrar en el ascensor con un desconocido, miedo a vernos acorraladas mientras estamos tranquilamente de fiesta.

Un coño que nos ha condicionado los movimientos…”niña cierra las piernas que se te ven las braguitas”, “no te sientes así”, “no saltes con falda”, “no te cuelgues bocabajo”…

Un coño que en esta sociedad es una condena, que nos han hecho vivir como una tortura.


Somos mujeres, tenemos un coño. No somos asexuadas madres modelos o putas que van marcando para follar.

Estamos hartas de esta sociedad falocéntrica. Nos negamos a seguir viéndonos como carencia: carencia del pene que da la autonomía, carencia de la virilidad que da la posibilidad de defensa. Hemos aguantado más de lo que nunca podréis aguantar, hemos incubado más rabia de la que nunca podréis imaginar.


Somos mujeres, somos compañeras, nos vamos a defender las unas a las otras…y cuidado, porque sabemos hacerlo.


MACHETE AL MACHOTE


Texto extraído de: alasbarricadas.org