Aviso: Este artículo hace un repaso a lo largo de la historia de la fotografía erótica. Considérate avisadx.
Desde el amanecer de los tiempos (o al menos desde el amanecer del daguerrotipo), hay un tema que ha cautivado a artistas de todos los medios y movimientos con su belleza, intriga y aura mística. La odalisca, al natural, tal y como vino al mundo: desnuda.
Sí, la fotografía del desnudo (vamos, la fotografía erótica) ha cautivado a artistas, teóricos y consumidores desde hace unos 150 años. Antes de 1839, las representaciones del desnudo se producían mediante dibujos, pinturas y grabados. Y a todos ellos les faltaba el detalle y la veracidad que aporta la fotografía. Así, había algo ilícito que era más inherente a la fotografía erótica que a una pintura del mismo tema, por lo que se consideraron más cercanas a la vida real.
El libro de Taschen 1.000 desnudos repasa la edad más temprana de la industria de la fotografía erótica, desde su nacimiento en 1839. Este compendio de imágenes (no aptas para ver en el trabajo) provienen de la colección de Uwe Scheid, un prominente coleccionaste de obras de arte eróticas y miembro de la Sociedad Alemana de Fotografía. Schied es el coautor del libro junto al también alemán Hans-Michael Koetzle, de Munich.
La historia en sepia de esta sugerente imaginería pasa por géneros que van desde el surrealismo a la pornografía y pasa por todos los escondijos y ranuras entre medias. Aquí puedes ver una breve selección del libro, por cortesía de Taschen.
Alrededor de 1855:
Anónimo |
Alrededor de 1890
Anónimo |
Alrededor de 1911
Por Wilhelm von Gloeden |
Alrededor de 1930
Anónimo |
Alrededor de 1935
Anónimo |
Alrededor de 1935
Por László Moholy-Nagy, cortesía de VG Bild-Kunst, Bonn 2014 |
Este artículo fue publicado originalmente en la sección Arts&Culture de la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.
Texto extraído de: huffingtonpost.es
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