Fue Engels quien hizo la conexión entre el Estado capitalista y el origen de la propiedad privada, la familia y la esclavitud. En El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, formula que la moderna lucha de clases está fundada en la primitiva revolución neolítica, la cual supeditó una nueva organización social a las nuevas necesidades económicas derivadas del usufructo de la tierra. La agricultura y las nuevas propiedades de la tierra hicieron que las sociedades matrilineales dieran paso a la familia nuclear monogámica y patriarcal, desde la cual la mujer debía dar la garantía al hombre de una línea patrilineal que mantuviera intacta la perpetuidad hereditaria de la tierra. Esta unidad social no bastaba para seguir produciendo la rentabilidad de la propiedad, y así, surgió la figura del esclavo. Para asegurar la propiedad del esclavo y de la tierra tuvo que surgir una institución social que protegiera la propiedad privada. Engels sitúa aquí el origen del Estado, una institución surgida para velar por los intereses del propietario de la tierra y del esclavo.
Para subvertir la moderna dialéctica esclavista que explota al proletariado, Engels propone que basta con alternar las condiciones materiales y económicas que fundamentan la explotación del Estado. Aniquilando el Estado capitalista desaparecería la propiedad privada, y así, cesarían las condiciones materiales de explotación humana. Este análisis materialista, si bien fundamenta el origen de la monogamia con la función de la mujer en reproducir la familia patriarcal para así salvaguardar la propiedad privada, no concluye, sin embargo, que esta función de la mujer es tan esclava en reproducir la familia como la del esclavo en producir y reproducir la tierra, la propiedad privada y el Estado.
Los diferentes teóricos fundadores del anarquismo respecto a la liberación de la mujer no son consistentes. Las referencias de Piotr Kropotkin al tema son prácticamente nulas y Pierre Joseph Proudhon demuestra su misoginia en su obra póstuma La pornocracia. Sin embargo, sí encontramos en Mikhail Bakunin teorizaciones donde asocia la lucha de clases con la situación opresiva de la mujer. En este sentido, Bakunin dio un paso más allá del análisis de Engels, concluyendo que la mujer es, en el capitalismo, propiedad privada del hombre, y que mediante el matrimonio y la familia, ésta estaba reproduciendo las condiciones en que se fundamentaba el Estado.
La igualdad social con el hombre implica que exigimos, juntamente con la libertad, iguales derechos y deberes para los hombres y las mujeres, o sea, la igualdad de los derechos de la mujer ─ políticos, sociales, económicos ─ con los del hombre; por consiguiente, queremos la abolición de la ley de la familia y del matrimonio, la abolición de la ley tanto eclesiástica como civil, ligadas indisolublemente al derecho de la herencia. (Bakunin, s.d.:127)
A un estadio que nos recordaría el primitivismo comunista de Engels supone antes de la revolución neolítica, Bakunin arguye que no sólo la propiedad privada y el Estado deben ser abolidos, sino también la familia, y como consecuencia lógica, las leyes de herencia y aquellas que regulan el matrimonio jurídico. Por tanto, Bakunin formuló que no sólo se debían alterar las condiciones materiales de explotación de la unidad social que reproducía el Estado, sino las condiciones ideales que regulaban las relaciones entre hombre y mujer: relaciones afectivas, amorosas y sexuales. Así, en la ausencia de código legal ni institución estatal que regule las relaciones entre hombres y mujeres, Bakunin apuesta por lo que él denomina “matrimonio libre”. Según el autor éste es un “régimen natural, basado únicamente en el respeto humano y en la libertad de dos personas: el hombre y la mujer que se aman”. (Bakunin, s.d.:128). Es decir, su único guardián es la sociedad, y ésta velará por su integridad, salud y educación.
Antonio Prado
Fragmento tomado del prólogo del libro «Matrimonio, familia y estado: escritoras anarco-feministas en la Revista Blanca (1898-1936)», Fundación Anselmo Lorenzo, 2011. El título del artículo no corresponde al original.(N&A)
Texto exteraído de: noticiasyanarquia
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