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martes, 30 de julio de 2013

CÓMO SE SIENTE UNA MUJER

Si hemos de hacer un tránsito sano hacia la construcción de nuevas masculinidades, comprender esto será imprescindible.

Traducción literal del texto de Claudia Regina, extraída de El blog de Matina


Como se siente una mujer

Autorretrato de la autora del texto, Claudia Regina



      Este artículo es una traducción del portugués del texto 'Como se sinte uma mulher' escrito por la brasilera Claudia Regina para la revista virtual para hombres 'Papo de Homens', publicado el 22 de Mayo de 2013. El texto fue leído por más de 600.000 mil personas en menos de 2 días y tuvo más de 3200 comentarios que tuvieron que ser reprimidos por la página ya que estaban sobrecargando el servidor.


“Do you know what it feels like for a girl?
Do you know what it feels like in this world?”
Madonna



        Pasó ayer. Salgo de aeropuerto. En una caminada de diez metros, solo veo hombres. Taxistas afuera de los carros conversando. Funcionarios con camisetas “¿Puedo ayudar?”. Un hombre con corbata, su maletica y el celular en la mano. Hombres diversos, regados en esos 10 metros de camino. Al andar esos diez metros, me siento como una gacela paseando entre leones. Soy mirada por todos. Medida. Analizada. Mi cuerpo, mis nalgas, mis senos, mi cabello, mis zapatos, mi barriga. Todos están mirando.


        Pasó cuando yo tenía 13 años. Practicaba un deporte todos los días. Salía del centro de entrenamiento y caminaba alrededor de 2 cuadras hasta la parada del bus a las seis de la tarde. Caminaba por el corredor casi vacío al lado de una gran vía. De esas caminadas me acuerdo dos momentos memorables de esta violencia urbana. Carros que pasaban más lento a mi lado, y adentro se oía una voz masculina: “¡Estás buena!”. Hombres solos que cruzaban el corredor, miraban para atrás y decían: “Que delicia”. Yo tenía 13 años. Usaba pantalones largos, tenis y camiseta.


Ahora multiplique eso por todos los días de mi vida.


Sé que para los hombres es difícil entender como eso puede ser violencia. Nosotras mismas, mujeres, nos acostumbramos y dejamos eso así. Nosotras nos acostumbramos para poder vivir el día a día.


         Estos días, estaba sentada en la playa viendo el mar, y de él salió una joven. Pasó por el lado de un tipo que le dijo algo. Ella se alejó y caminó en dirección a mí. Le dije “Buenas noches”, ella dijo que el agua estaba deliciosa y hablamos un poco. Le pregunté si el tipo le había dicho alguna estupidez. Ella me dijo: “Sí, pero estamos tan acostumbradas ¿Cierto? Ignoramos esas cosas automáticamente”


      El privilegio es invisible. Para el hombre sólo es posible ver el privilegio si hay empatía. Intente imaginar un mundo donde, por cinco mil años, todos los hombres fueran subyugados, violentados, asesinados, limitados, controlados. Intente imaginar un mundo donde por cinco mil años, sólo mujeres fueran científicas, físicas, jefes de policía, matemáticas, astronautas, médicas, abogadas, actrices, generales. Intente imaginar un mundo donde por cinco mil años ningún representante de su género haya sido destacado, en la televisión, en el teatro, en el cinema, en el arte. En la escuela, usted aprende historia hecha por mujeres, la ciencia hecha por mujeres, el mundo hecho por las mujeres.






En su texto “Una habitación propia”, Virginia Woolf describe por qué sería imposible para una hipotética hermana de Shakespeare escribir de forma genial como él. Woolf dice:



"Cuando leemos sobre una bruja siendo quemada, una mujer poseída por demonios, una sabia mujer vendiendo hierbas [...] creo, que estamos viendo a una escritora perdida, una poetisa anulada" [1]

Desde el inicio del patriarcado, hace 5 mil años, las mujeres no tuvieron libertad suficiente para ser científicas o artistas.

Woolf explica:

"La libertad intelectual depende de cosas materiales. [...] Y las mujeres siempre han sido pobres, no sólo durante doscientos años, sino desde el principio de los tiempos." [2]


(Para un análisis más completo recomiendo : “Um teto todo seu” deVirgínia Woolf: A produção intelectual e as condições materiais das mulheres.)


      Aunque el mundo esté en proceso de cambio, todavía existen menos oportunidades y reconocimiento para que las mujeres y las minorías ejerzan cualquier ocupación intelectual. Lectores de una página en Facebook sobre ciencia todavía suponen que su autor es hombre y comentaristas de televisión no consideran las manifestaciones culturales que vienen de la favela como cultura de verdad.


        Es cierto: Hoy la vida es mucho mejor, principalmente para la mujer occidental como yo. Pero, aunque soy una mujer libre y exitosa, viviendo en una metrópolis cultural, todavía siento en la piel las consecuencias de estos cinco mil años de opresión. Y si usted quiere ver esa opresión, no necesita ir a los libros de historia. Sólo tiene que prender la televisión.


Rio de Janeiro, 2013. Una pareja es secuestrada en una van. Las secuestradoras se colocaron un strap-on sucio, oliendo a mierda y moho, y violaron al muchacho. Todas ellas, una a una, metían aquella picha enorme en el culo del joven, sin condón, ni lubricante. La novia, pobrecita, intentó hacer algo, pero la ataron y le dieron patadas y golpes.


Al ver la noticia, ¿Usted se coloca en el lugar de la víctima (que sufrió de las peores violencias físicas y psicológicas existentes) o en el lugar del que vio? Naturalmente cambie los géneros, la violencia real pasó con una mujer.


¿Cuántas violencias sufro sólo por ser mujer?




       En la infancia no me dejaron ser scout por que eso no era cosa de niñas. Fui violada a los ocho años (Yo y por lo menos dos tercios de las mujeres que conozco y que usted conoce sufrieron una violación y probablemente no le contaron a nadie). Sufrí la adolescencia entera por no comportarme de manera femenina. Por no tener senos. Por no tener cabellos largos y lisos. Desde siempre tuve mi sexualidad reprimida por mi familia, por la sociedad y por los medios. Cualquier cosa que hiciera mal sería motivo para ser llamada de ociosa.


       En uno de los primero empleos escuché que las mujeres no trabajan tan bien porque son muy emocionales y sufren de síndrome premenstrual (SPM). En otro empleo mi jefe me dijo que mi cabello estaba feo y me pagó un salón de belleza para ir hacerme el blower y estar más presentada para los clientes. Decidí que no quiero ser esclava de la depilación y soy mirada diariamente con asco cuando me pongo shorts o blusitas sin mangas. He usado muchos maquillajes sólo porque la televisión y la publicidad muestran mujeres maquilladas, y por lo tanto es muy común sentirnos feas de cara limpia. Usted, hombre ¿Sabe lo que es el maquillaje? Hay un producto para dejar la piel homogénea, uno para esconder ojeras, otro para esconder manchas, otro para dejar los cachetes colorados, otro para destacar las cejas, otro para destacar las pestañas, otro para colorear los párpados, otro para colorear los labios. ¿Cuántas veces pasó usted tantos productos en la cara sólo porque su jefe o su ‘primer encuentro’ lo van a ver feo con la cara limpia?
         Cuando estoy en el metro procuro un lugar seguro para evitar que alguien me roce. ¿Usted hace eso? Cuando voy a reuniones de familia, me preguntan porque estoy tan flaca, y lo que hice con el cabello y si tengo novio. A mi primo, le preguntan qué está estudiando y en qué está trabajando. En la televisión el 90% de las propagandas me denigran. Casi ninguna película me representa o pasa el Test de Bechdel. Todas las mujeres son mostradas con ropa sexy, igual que las heroínas que se supone que deberían estar usando ropa cómoda para las batallas. Las revistas me enseñan que el objetivo en la cama es agradar al hombre.

        Mientras usted, hombre, comparaba su pene con el de sus amiguitos, a mí, mujer, me enseñaban que masturbarse era muy feo y que si usaba faldas cortas no me estaba dando a respetar. ¿Cuánto tiempo me demoré para librarme de la represión sexual y convertirme en una mujer que le gusta tirar? ¿Cuánto tiempo me demoré para para soltarme en la cama y conseguir venirme, mientras varias de mis compañeras continúan preocupándose por si su pareja está viendo la celulitis o el gordito de la cintura y por eso no consiguen llegar al orgasmo? ¿Cuánto tiempo demoré para conseguir mirar una verga y tirar con la luz prendida? ¿Cuántas veces escuché mientras manejaba un “tenía que ser mujer”? ¿Cuántas veces usted cerró a alguien y escuchó "tenía que se hombre"? Todo eso para, al final del día, ir a cenar a un restaurante y no recibir la cuenta cuando yo la pido, pues desde hace 5 mil años soy considerada incapaz. Y todo eso ¡Coño!, para escuchar que estoy exagerando, que ya no existe el machismo.

     Eso es un resumen de lo que sufro o corro el riesgo de sufrir todo el día. Yo, mujer blanca, hétero, clase media. La negra sufre más que yo. La pobre sufre más que yo. La oriental sufre más que yo. Pero todas nosotras sufrimos del mismo mal: Ningún país del mundo trata a sus mujeres tan bien como a sus hombres. Ninguno. Ni Suecia, ni Holanda, ¡ni Islandia! En todo el mundo civilizado sufrimos de violencia, tenemos menos acceso a la educación, al trabajo o a la política. 


En todo el mundo somos todavía hermanas de Shakespeare.

***

¿Y usted, lector hombre, cuando es abordado por un tipo de forma hostil en la calle, piensa “por favor, no se lleve mi celular” o “por favor no me viole”?






[1] Esta es una traducción literal del texto de Claudia Regina. La versión original de Virigina Woolf en inglés dice así: "When, however, one reads of a witch being ducked, of a woman possessed by devils, of a wise woman selling herbs, ...I think we are on the track of a lost novelist, a suppressed poet." y está disponible aquí.


[2] Texto tomado de la traducción al español del texto original de Virginia Woolf hecha por Laura Pujol disponible aqui. La versión original en portugués dice así: “Liberdade intelectual depende de coisas materiais. … E mulheres foram sempre pobres, não por duzentos anos, somente, mas desde o início dos tempos."

Texto  extraído de: Laserpientevioleta.blogspot.com

lunes, 29 de julio de 2013

¿MANTENERLO INTERESADO??...NUNCA SERÁ TU TRABAJO.¡¡NI PROTEGIDAS NI PROTECTORAS!!

“Nunca será tu trabajo mantenerlo interesado”: Carta de padre a hija 




       En las revistas femeninas se suelen entregar consejos para que las mujeres mantengan el interés de sus parejas hacia ellas y eviten ser abandonadas o engañadas. 



Esta situación inspiró a un padre a escribir una conmovedora carta a su hija, la que ha alcanzado un importante nivel de viralización en redes sociales por estos días.

        El autor de la misiva es Kelly M. Flanagan, un psicólogo clínico estadounidense que dedicó estas líneas en abril pasado a su pequeña, a quien llama “Cutie Pie”, pero también a su esposa.

       Además, señala que extiende sus palabras a “cada mujer adulta que he conocido dentro y fuera de mi oficina de terapia. Mujeres que nunca han conocido la voz de un papá”, además de “la generación de niños que se convertirán en hombres y que necesitan que les recuerde lo que es realmente importante”.


Estás intimidado por mujeres inteligentes.
ENTONCES AHORA MISMO PODRÍA SER UN BUEN MOMENTO PARA QUE TE LARGUES

A continuación, te dejamos con el emotivo escrito titulado “Una carta de un papá a su pequeña hija (sobre su futuro esposo, compañero, pareja....)”.


“Querida Cutie-Pie

Recientemente, tu madre y yo estábamos buscando algo en Google. A la mitad de escribir la pregunta, Google nos mostró una lista con las búsquedas más populares en el mundo. La búsqueda más popular en la lista era ‘Cómo mantenerlo interesado’.




Me sorprendió. Revisé varios artículos de la incontable cantidad que aparecieron acerca de cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior.

Me enfurecí.

Pequeña, esto no es, nunca ha sido y nunca será tu trabajo -’mantenerlo interesado’.

Pequeña, tu única tarea es saber muy dentro de tu alma –en ese lugar inquebrantable que no se transforma por el rechazo, la pérdida o el ego- que tú eres digna de interés. (Si puedes recordar que todos también son dignos de interés, estarás por ganar la batalla de tu vida. Pero esa es otra carta para otro día.)

Si puedes estar segura de que vales en este sentido, serás atractiva en la manera más importante del mundo: atraerás a un chico que sea digno de tu interés y que también querrá pasar su vida invirtiendo su interés en ti.

Pequeña, quiero decirte algo acerca del hombre que no necesita que lo mantengan interesado, porque él sabe que tú eres interesante:


No me importa que ponga los codos en la mesa –siempre y cuando él ponga sus ojos en la manera en que tu nariz se frunce cuando sonríes. Y que luego no puede dejar de ver.

No me importa si no puede jugar golf conmigo –siempre y cuando él pueda jugar con los hijos que decidas o no tener, y disfrute todas las formas gloriosas y frustrantes en las que se parecen tanto a ti.

No me importa que no persiga el dinero –siempre y cuando él persiga su corazón y siempre lo lleve de vuelta a ti.

No me importa si es fuerte –siempre y cuando él te dé espacio para ejercitar la fuerza que hay en tu corazón.

No me podría importar menos si vota –siempre y cuando se levante cada mañana y te elija un lugar de honor en tu casa y un lugar para venerarte en su corazón.

No me importa el color de su piel –siempre y cuando él pinte el lienzo de sus vidas con pinceladas de paciencia, sacrificio, vulnerabilidad y ternura.

No me importa si fue educado en esta religión o en otra o en ninguna –siempre y cuando haya sido educado para valorar lo sagrado y para saber que cada momento de la vida y cada momento que pase contigo es algo profundamente sagrado.


Al final pequeña, si te topas con un hombre como ese y parece que él y yo no tenemos nada en común, en realidad tendremos en común lo más importante:
Tú.

Porque al final, pequeña, la única cosa que debes hacer para ‘mantenerlo interesado’ es ser tú misma.


Tu hombre eternamente interesado

Papá“


Pero ahora, dejando de lado lo "sensiblero", no por ello menos cierto, del tema...intentemos ir un poco más allá


¿Protegidas o protectoras?


Cuidado y protección son dos palabras polisémicas dentro de si mismas. Dos palabras con significados diferentes según el ambiente en el que se encuentran.

En el mundo público, las mujeres somos demandantes de ese cuidado y esa protección, y son los hombres los encargados de salvar esa carencia. Entiéndase mujer y hombre como roles de género estándar y normativos. Las mujeres estamos desvalidas, somos vulnerables y esperamos a que EL hombre no salve, que nos arrope con su chaqueta, que nos sujete la puerta o que nos de la mano para cruzar la calle, que nos abrace en el cine, que nos defienda de alguna grosería, que nos corrijan cuando nos equivocamos… Como he leído esta semana “las mujeres siempre han sido cuestión de hombres”.

Que el mundo público nos coloque en esa posición tan infantilizada y absurda, nos hace partir con desventaja y la lucha por salir de ella no es fácil, pues todos esos comportamientos que se salgan de la feminidad normativa son tachados de machorros. Nos obligan a ser inválidas y salvables de cara a fuera, para reforzar el ego de salvador machirulo y complacer su narcisismo. (¿que esto también es violencia para ellos? vale, ya lo discutiremos.)

No estoy de acuerdo con que esa posición de requerir salvación sea cómoda. No es cómodo ser la idiota de la conversación, ni ser dependiente de otra persona, ni que tengan que decidir por mi; pero la violencia a la que se somete a la que se sale del redil es la que hace que se sigan manteniendo. Un hombre que no cumple con esos patrones es tachado de maricón. Maricón, que es una palabra que se utiliza para llamar a un hombre “mujer”, en este contexto una palabra más cargada de misoginia que de homofobia. Una mujer independiente... es bollera, marimacha o invisible.


Este papel de chica tonta termina en el ámbito privado, en el que somos nosotras las cuidadoras y las protectoras, las irrompibles, las indesgastables. Y no hay más fuente de información que la de vuestra propia experiencia. Sacar toda la fuerza del mundo para limpiarse un baño de arriba a abajo está muy bien, siempre y cuando no saquemos esa fuerza en el margen de lo público.


Pienso en relaciones pasadas, en las que me comía ese papel con patatas, dentro de amistades desiguales o en relaciones de amor romántico. Llegué a enfermar para mantener mi relación, para justificar ese papel de mujer salvable que necesita hombre salvador, porque en los momentos en los que no me colocaba en esa posición, la relación dejaba de tener sentido y se volvía hostil. Eso sí, de puertas para dentro era yo la roca todas las veces que se desmoronaba. Claro que es una relación de violencia, pero una violencia enmascarada con lo que debo de ser yo y lo que debe de ser el mundo.



Textos extraídos de : Feministasacidas.com Biobiochile

sábado, 27 de julio de 2013

Y PARA TI ¿QUÉ ES FOLLAR?

¿Desnudos?, ¿orgasmo?, ¿masturbación, penetración? No hay consenso entre las lesbianas de lo que se entiende por ‘follar’. Sensaciones y necesidades muy personales que se entremezclan con el oscuro pasado de lo que históricamente se ha considerado sexo entre mujeres. Chicas de todo el Estado nos cuentan qué es follar.
 ¿Y para ti?



María Jesús Méndez, directora de Mirales.es


       Dos chicas se conocen en una discoteca. Toman una copa, bailan y terminan la fiesta encerradas en el baño del local. Se besan en la boca, se quitan los sujetadores, se levantan la camiseta. Se tocan. La mano de una de ella busca el clítoris de su compañera. La compañera prefiere hacer lo mismo con su lengua. Transcurren diez minutos y alguien golpea la puerta. “Salid ya, que aquí tenemos que entrar a hacer pis”. Las chicas salen, regresa cada una con su grupo de amigas. “Me he follado a esa en el baño”, dice una. La otra cuenta a sus amigas: “Nos hemos magreado un poco, sin más”.

Creo que follar empieza en el momento que los cuerpos de las personas implicadas se entregan al deseo, ya sea con una caricia, un beso, una mirada o una penetración

Follar o no follar. Esa es la cuestión. 


No todas las mujeres entienden lo mismo por sexo. Esto tiene una herencia, una historia. Durante siglos se consideraba que el sexo entre mujeres no era realmente sexo. En un juicio contra dos mujeres acusadas de comportamientos inmorales, en Escocia en 1811, el juez las exculpó afirmando que “No existe la más mínima posibilidad de que una mujer en la cama con otra mujer mantengan comportamiento inmoral. Si una mujer abraza a otra, no quiere decir nada”.



Mientras algunos códigos penales castigaban los actos sexuales entre varones, las amonestaciones a mujeres eran muy leves, a no ser que existiera cualquier tipo de artilugio utilizado entre ellas con el fin de emular un pene y perpetrar una penetración. Lo que realmente se castigaba, en estos casos, era la desobediencia del rol de género.

La escasa preocupación por el homoerotismo femenino fue contribuyendo a extender una ignorancia profunda acerca de lo que podían hacer las mujeres unas con otras y de cómo calificar estos actos”, sostiene Beatriz Gimeno en su libro Historia y análisis político del lesbianismo.

La ignorancia de lo que hacen dos mujeres en la cama se extiende hasta nuestros días. Continúa siendo una duda para aquellos que no conciben el sexo sin un miembro masculino. Y, en muchos casos, continúa siendo un tema confuso entre las lesbianas a la hora de buscar un consenso de lo que se entiende por “follar”.



Una vez una novia me preguntó, ¿con cuántas te has acostado tú antes? Y yo me quedé un poco pillada, porque ahí hablando nos dimos cuenta de que entendíamos cosas muy distintas. Para ella las caricias y masturbaciones eran previos, juegos sexuales, pero no follar. Si no había desnudos u orgasmos ella no consideraba sexo propiamente tal. Follar. Para mi follar se puede hacer con ropa y en un parque, un bar, lo que sea”, comenta Ana María, profesora de 39 años.

Creo que follar es mucho más que simplemente correrse, un orgasmo no es más que una parte. Es algo realmente difícil de definir, sin embargo, si vemos a dos personas que están follando lo identificamos perfectamente. Es posible que la cuestión sea, ¿dónde comienza a ser sexo? Creo que follar empieza en el momento que los cuerpos de las personas implicadas se entregan al deseo, ya sea con una caricia, un beso, una mirada o una penetración. En el momento en el que todo lo demás desaparece y se despiertan los instintos más básicos”, opina Fátima, de Madrid.

Patricia Huelves, sexóloga de MíraLES, sostiene que definir lo que es “follar” desde un punto de vista sexológico es prácticamente imposible, puesto que es un término más coloquial que técnico. “Desde la sexología podemos aportar es una visión no coitocentrista de la sexualidad: las relaciones eróticas, las prácticas sexuales o lo que llamamos ‘follar’ o ‘hacer el amor’ es mucho más que penes y vaginas. Utilizo como referente el modelo biopsicosocial de la sexualidad. Desde un punto de vista biológico, con la función reproductiva por bandera, follar es coito, penetración vaginal. Pero si atendemos a factores psicológicos y sociales debemos incluir las otras funciones de la sexualidad, igual de importantes: el placer y la comunicación. En relación a estas funciones follar es besarse, meterse mano, rozarse, tocarse, insinuarse, seducirse, masajearse, disfrutar, susurrar, acariciar, masturbar, chupar, fantasear, morder y un larguísimo y casi infinito etcétera”, afirma la profesional.

Mido si hemos follado por cómo hemos sudado la camiseta, y por esa sonrisita tonta de satisfacción que se te queda pintada en la cara luego”

Para mi follar implica dos personas, tiene que existir atracción entre las personas y puede ser con o sin penetración, por supuesto, con o sin juguetes. Para mí el acto de follar en si sería mantener sexo con otra persona, sea como sea y creo que no es necesario llegar a correrse puesto que alguna vez nosotras, las mujeres, también hemos tenido gatillazo ¿no?”, comenta Rosa, embarazada de nueve meses.

Yurena, de Canarias, sostiene que para ella el follar es todo. “Todo lo que sea sexo, todo lo que me lleve al orgasmo o no. Con dildos, arneses, sólo con las manos y la boca, desnudas, semidesnudas o mediovestidas, si me hace sudar y vibrar eso es follar para mi”.

Para Mayte, de Tenerife, la definición de follar ha ido cambiando a lo largo de sus 45 años. “Antes tenía el término tan heteronormalizado que lo reducía a la penetración con un dildo o con los dedos. Con el tiempo fui entrando en una sexualidad más lésbica, en la que el concepto de follar empezó a ser mucho más que penetrar, y además lo que entraba ya no lo hacía como sustituto del pene, sino con entidad y morbo propios. Me costó hacer el cambio en mi mente -¿influenciada, entre otras cosas, por la industria de un porno hecho para hombres?-, y liberarme de estereotipos. Hoy por hoy, creo que he follado cuando he alcanzado el orgasmo con mi compañera de cama, independientemente de la forma en que haya llegado a él. ¿Y qué pasa cuando una de las dos no llega, por el motivo que sea? Pues que mido si hemos follado por cómo hemos sudado la camiseta, y por esa sonrisita tonta de satisfacción que se te queda pintada en la cara luego”.





Para mi follar es un acto sexual entre dos personas que se desean, no tiene por qué incluir ni penetración ni orgasmo, ni desnudos. Pero para si que hay que tener roce con genitales. Puedes restregarte por la pierna de tu amante y conseguir placer. Y a eso le podría llamar follar aunque no me corriese o aunque llevase bragas mientras me restriego. Pero imagino que para personas que tengan limitaciones, por ejemplo una parálisis que haga que pierda la sensibilidad en los genitales, follar puede ser algo diferente. Y que también es válido, que cada una folle como quiera o como pueda”, concluye riendo Isabel, estilista alicantina.



Cuerpos lesbianos en red. Creative Commons.
 Autoras: LaBoucherie + K+ patriiiiii + calzetta + esperanza moreno

El académico y escritor Raquel Lucas Platero sostiene que follar es excitarse con alguien. “Obtener placer en un sentido amplio. En el BDSM hay mucho placer pero no siempre necesariamente hay orgasmo. Lo que se llama ser ‘stone butch’ implica sexo pero no para ti. En fin, son diferentes experiencias que ponen encima de la mesa el placer, pero no siempre interpretado como orgasmo”.

Para mí hay una distinción entre follar y hacer el amor. Incluso estando en pareja. Follar sería algo más instintivo, más visceral, más guarro, en el sentido siempre positivo, al tratarse de algo más desinhibido. Considerar que si no hay un pene no es follar me parece una concepción absolutamente cerrada y heteropatriarcal. Hacer el amor para mí es algo que tiene que ver más con la expresión de un sentimiento muy hondo, de un cariño, de una delicadeza, de una sensualidad, de juegos eróticos, que pueden ser más cañeros o menos, pero siempre dentro del amor, del respeto, de la ternura, del goce compartido y lleno de complicidades de todo tipo, desde las más simples hasta las más retorcidas. Insisto en que para mí, follar y hacer el amor son cosas distintas y todas en algún momento caemos en una u otra opción, según el momento, las circunstancias vitales personales o de tu pareja o amante”. Afirma Paz, profesora y escritora catalana.

Virginia, desde Pamplona, también hace la distinción entre follar y hacer el amor. “En sentido ‘bíblico’, para mí es la práctica más salvaje que puedo hacer con una desconocida, llegar al orgasmo como objetivo pero no como fin, según pericia y ocasión. Todas sabemos discernir un cuerpo y una cara bonita, pero no como resultará cuando la deseamos tanto como para acabar acostándonos con ella a nivel de sincronización sexual y es que lo recalco tanto porque coño, me ha pasado. A nivel emocional lo de follar no tiene ninguna carga en ese aspecto, porque para mí es otra cosa sentir algo o hacer el amor”.

Llegar al orgasmo como objetivo pero no como fin, según pericia y ocasión

Para Rebeca, activista LGTB madrileña, el follar es un cúmulo de sensaciones. “Hay juegos de seducción que te ponen los pezones de punta y hacen arder tu entrepierna. Adrenalina y ganas de poseerla y de que te posea. A veces se queda en agua de borrajas, porque no hay conexión. Expectativas que se van al traste dejándote insatisfecha, no en lo puramente físico sino en alguna parte más profunda de ti. Otras veces, te camelan unos ojos, unos labios, una sonrisa. Los persigues durante tiempo. Tienes fantasías nocturnas y cada vez que la ves poned cara de boba. También hay veces en las que follas sin follar. Creo que muchas de nosotras lo hemos experimentado. De repente notas una mirada clavada en ti, o eres tú quien la mira así a ella. Puro fuego y deseo sexual en el aire, y en ti. Se materializa y el aire se vuelve denso de tanta ferohormona. Y al final no sucede nada, pero tu cuerpo y tu mente terminan tan exhaustas como si lo hubierais hecho de verdad. Alguien me dijo una vez que a esto se le llama follar con la mente”.

Es un poco limitado pensar que el sexo solo se consigue con un pene o algo que lo iguale, puesto que para mí el encuentro debe ser un fluir químico o un fluir de energías, para que resulte rico y placentero o, si no, por más que se tenga un pene entremedio no resulta una experiencia cien por ciento gozosa. Es rico cuando no se tiene una fórmula para follar y se va dando distinto con cada persona. Lo importante es conocerse uno y estar en sintonía con la otra persona. Para mí el sexo es igual a orgasmo. Con un dedo, la boca, de pie, en la cama. Y bueno, si no se llega, al menos se intenta”, sostiene Constanza, de Chile.



Una respuesta más elaborada entrega Serena, nombre artístico que utiliza como cantante: “Para mi follar es la satisfacción de una necesidad psicológica y fisiológica para conseguir devolverle al cuerpo el estado de equilibrio. Por otra parte es la única que, aún siendo fisiológica, puede no ser realizada sin que con ello el cuerpo sufra consecuencias. Ignorar la sed nos llevaría a la muerte en 76 horas, ignorar la necesidad de sexo no. Para algunas mujeres, es necesario realizar actividades que satisfagan dicho desequilibrio fisiológico sexual, desde la libertad que la imaginación ofrezca, con o sin implicación emocional. Se puede follar con amor, o sin él, con contacto físico duro o tiernas caricias, todo depende de qué necesita cada mujer para devolverle al cuerpo el estado de equilibrio”.

Todo lo que sea sexo, todo lo que me lleve al orgasmo o no. Con dildos, arneses, sólo con las manos y la boca, desnudas, semidesnudas o mediovestidas




Diana, activista de Alicante, sostiene: “Para mi follar es una fusión de dos mentes en un determinado momento. Dos personas en conexión que saben satisfacerse mutuamente, dejando a un lado los complejos, miedos e inseguridades para dejarse llevar y volar con la otra persona hasta explotar de placer. Pero personalmente, para que esta explosión sea posible, previamente y durante, ha de haber una follada de mente, imaginártelo antes incluso de que suceda, las mentes son maravillosas y la imaginación una de nuestras más potentes armas. Y es que hay miradas y caricias orgásmicas y polvos que te dejan vacía e indiferente. La penetración es una forma más de satisfacer y jugar, como cualquier otra, por lo tanto no es imprescindible. El coño, si es entre dos mujeres, me parece importante, pero como cualquier otra parte del cuerpo: el pecho, el cuello, las piernas, el abdomen, la espalda, los glúteos, la cara. Considero fundamental desnudarse porque puedes sentir a la otra persona, su olor, su tacto, la suavidad de la piel. Poder tocar, lamer, envolverte en toda ella, y que ese mismo deseo de tocar a la otra persona se vuelva tan fuerte que lleguen a estorbar los mismos cuerpos. Follar siempre ha de ser un placer para los sentidos, desde el polvo más sucio hasta el más romántico”.

Noe, de Lanzarote, piensa que follar es el momento de pasión entre dos personas. “No es necesario que hayan desnudos, pero sí que hayan orgasmos, sin eso no hay nada”.

Follar o no follar. Esa es la cuestión.... Para algunas es un juego de seducción, roces y miradas. Para otras la implicación de cuerpos desnudos y la coronación de un orgasmo.

Patricia Huelves insiste que es un modelo sexual anticuado y discriminatorio el seguir asociando la erótica y las prácticas sexuales con relaciones heterocéntricas y coitocéntricas. “Follar es lo que cada una busquemos en cada momento: caricias tiernas, un sexo oral muy apasionado, besos intensos, una mastubación lenta y pausada, un povo rápido, una seducción continuada en el tiempo. Follar es todo lo que nuestro imaginario nos permita y todo lo que pretendamos: reproducirnos, comunicarnos, disfrutar y todas las combinaciones posibles de estas cuestiones”, concluye la sexóloga.

Fuente original. Este artículo se publica en Pikara con permiso de su autora.
Para conocer más a fondo el proyecto “Cuerpos lesbianos en red”, de Esperanza Moreno: http://www.cuerposlesbianos.net/


Texto extraídos de: Pikaramagazine.com

viernes, 26 de julio de 2013

EROTISMO Y PORNOGRAFÍA...¿CUAL ES LA DIFERENCIA?

La distinción entre erotismo y pornografía se construye teóricamente diciendo que el primero "sugiere" y la segunda "muestra".

Se acepta como una verdad de perogrullo que el Erotismo y la Pornografía son muy diferentes, pero hoy por hoy vamos a unirnos a quienes lo ponen en duda.


Diferencia entre Erotismo y Pornografìa


Cuando Sir Roger Penrose (nacido el 8 de agosto de 1931 es un físico matemático nacido en Inglaterra y Profesor Emérito de Matemáticas en la Universidad de Oxford.) le preguntó a Picasso qué pensaba de la distinción entre erotismo y pornografía, éste se limitó a decir: "Ah, por qué ¿hay alguna diferencia?"Y yo les devuelvo a ustedes la pregunta ¿Cuál es la Diferencia? La distinción entre erotismo y pornografía se construye teóricamente diciendo que el primero “sugiere” y la segunda “muestra”.




El erotismo se inserta en el arte y la pornografía roza la obscenidad. El erotismo es propio del amor y la pornografía del comercio del sexo. El erotismo es elegante y sublime, mientras la pornografía posee una naturaleza sórdida e injustificable.



Que le da caracter de pornogràfico a algo

Hipotéticamente eso funciona. Pero...

¿Cómo planeamos esas definiciones para hacer una clasificación efectiva en la vida real? ¿Cuál es el criterio para determinar el carácter pornográfico de las imágenes o de los objetos?Podría pensarse, en primer lugar, que lo pornográfico alude la exhibición del cuerpo sin pudor, en cuyo caso habría que hacer siempre la salvedad de que la vergüenza depende del contexto, pues en ciertos países es pornográfico que una mujer enseñe un pie desnudo, por ejemplo. En nuestro caso concreto, un pie desnudo no tiene ningún problema, lo que entendemos como pornografía se restringe a la presencia de genitales y actividad sexual explícita. 




Sin embargo, estamos de acuerdo en que las relaciones íntimas de una pareja, en las que, por supuesto, hay penetraciones y caricias explícitas, no son pornográficas sino simplemente sexuales.

La diferencia entre “relaciones eróticas” y “relaciones pornográficas” carece de sentido



Conceptualmente aplicado a una película

En el cine varios directores han cambiado ese prejuicio demostrando que es posible hacer verdaderas obras de arte aunque el sexo sea evidente, como es el caso de Nagisa Oshima y su pieza “El Imperio de los Sentidos”. 




Por lo tanto se evidencia aunque fuese a regañadientes, la certeza de que un producto de valor artístico, o de cierto interés narrativo, puede tener a veces temáticas «obscenas»”. Podríamos decir que el sello de “pornográfico” no está tanto en las características propias del objeto, sino en los ojos de quien los mira. Cuando nuestros ojos están cargados de los preceptos moralistas (“las grandes virtudes del hombre casto”) vemos pornografía en todas partes, pero cuando nuestra mirada está un poco más relajada, el límite se vuelve difuso y podríamos concluir diciendo que “el erotismo es la pornografía del otro”.




¿Cuál entonces es la frontera entre "erotismo" y "pornografía"?

Hace más de 2500 años ya había en la India templos hinduistas con decorados en relieve o esculturas que muestran parejas en el momento de la cópula. En China se han descubierto dibujos y grabados de la época de la dinastía Chin con representaciones en pleno acto sexual. Allá por el año 206 a d C., aparecieron en China, algunos manuales sexuales explícitos y detallados. Al menos mas de uno ha escuchado nombrar el Kamasutra, en el que, entre otras cosas, se incluyen descripciones de técnicas y posturas para la interacción sexual.

Para corroborar lo que se acaba de enunciar, citamos la advertencia de Luce López Baralt (investigadora y ensayista puertorriqueña) en su introducción a Un "Kama Sutra" español: ". . .el lector no tiene en sus manos un libro pornográfico. Tiene algo mucho más extraño: un libro reverencial sobre el arte de hacer el amor".




Estos manuales, utilizados como serios libros educativos en las culturas orientales, cuando pasaron al occidente, fueron considerados como material pornográfico. No obstante, ya en el siglo diecinueve habían alcanzado niveles de promoción tales que, si se levantaran nuestros abuelos creyentes de sus tumbas, volverían a caer en ellas de muerte súbita.

Hablando sobre el amor y la sexualidad, el conocido escritor Gabriel García Márquez escribió en una oportunidad:

"El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno".



HAZ EL AMOR Y NO EL PORNO...?




Dicen que el amor hace girar el mundo pero el porno hace volar a la Red. Aparentemente, con funestas consecuencias para los hombres. 



Thurston Moore dijo una vez que la diferencia entre una obsesión y una adicción es que la obsesión te obliga a hacer cosas, mientras que la adicción te impide hacerlas. 



Hay quien piensa que este es el motivo principal por el que las mujeres superarán a los hombres en méritos académicos, personales y profesionales; que el ejemplar masculino típico de entre diez y cuarenta años invierte de dos a doce horas a la semana en mirar pornografía en la Red. El 20% en horas de trabajo

    Es difícil echárselo en cara cuando el típico anuncio de desodorante que vemos en las marquesinas de cada plaza parece un descarte de Ginger en las Rocas, pero en este valle de lágrimas no hay placer sin consecuencias.

     Al creciente grupo de detractores que consideran la pornografía grosera, chovinista o inmoral se ha sumado uno nuevo; los científicos. 

El porno es más barato que las citas!E

La cuestión no es moral sino práctica.

           A pesar de su dinámica influencia en el desarrollo de las telecomunicaciones, parece ser que el exceso de pornografía nos baja la líbido en lugar de al revés. Nuestra respuesta sexual está condicionada por la presencia de un neurotransmisor llamado dopamina (el mismo que nos recompensa cuando comemos chocolate y que se dispara con el uso de opiáceos) y, gracias al famoso efecto Coolidg, la dopamina se aburre con facilidad. El exceso de estímulos sexuales genera un proceso de “insensibilización” en el que el circuito de recompensa de nuestro cerebro responde cada vez menos a los encantos del mundo real, donde es menos probable que dos modelos de 22 años sacrifiquen su virginidad para agradecer un cambio de neumático. Sentarse a mirar porno todos los días hace que cada vez nos haga falta mirar más porno para conseguir el mismo grado de excitación. En otras palabras: cuanto más porno, menos sexo. 

      Todos estamos de acuerdo en que menos sexo es malo. Cindy Gallop, la espontánea de 53 años que se metió en el bolsillo la TED conference de 2009 en sólo cuatro minutos, asegura que hay algo peor. Hay al menos una generación de hombres que crece pensando que las interacciones circenses que caracterizan el porno duro son la manera en que dos adultos se relacionan íntimamente. Sabiendo que el colectivo que más pornografía consume en la Red tiene entre 12 y 17 años, ¿qué pasa cuando el perseverante onanista entra en contacto con una persona real? 

Porno de verdad para gente de carne y hueso

     Los científicos no están 100% seguros.Como explica el psicólogo especialista Gary Wilson, encontrar 20 hombres heterosexuales menores de cuarenta años que no consuman porno para montar grupos de control ha resultado más difícil que plantar palmeras en el Polo Norte. Lo que sí saben es que los agresores sexuales no necesitan la pornografía para motivarse. 


“Si la pornografía tuviera el impacto que muchos dicen que tiene -observa Simon Louis Lajeunesse de la Universidad de Montreal-, bastaría con mostrarle películas hetero a un homosexual para cambiar su orientación sexual”. 

      También saben que la pornografía es más adictiva que el sexo, entre otras cosas porque no es sexo y está en su naturaleza irritar el deseo en lugar de satisfacerlo. Como un cigarrillo, se convierte rápidamente en la única cura para la enfermedad que produce. Todas las adicciones tienen el mismo resultado, incluyendo aislamiento, depresión, irritabilidad y disfunción eréctil. Según Carlo Foresta, jefe de la Sociedad de Andrología y medicina sexual, demasiadas visitas a Youporn conduce al pasillo azul de los viagra-dependientes. 

         Cindy Gallop sabe exáctamente cómo es un adicto al porno cuando practica el sexo con una persona real: un mal amante. Y su propuesta para salvar al mundo de los malos amantes (y de la depilación brasileña, las acrobacias para el primer plano de cámara y otras convenciones del porno que salpican nuestra vida íntima) se llama Make Love not Porn (Haz el amor y no el porno).

          La web propone una reeducación, rehabilitación y reorientación de la vida sexual, a través de la desacreditación de ciertos mitos sexuales, como que el sexo anal es plato de todos los gustos o que el orgasmo múltiple femenino es siempre inmediato, múltiple y ruidoso. El proyecto, aún en beta, recoge comentarios, sugerencias y vídeos de parejas reales practicando sexo con naturalidad y vello púbico. Que en verdad también es porno, pero por una buena causa.






Textos extraídos de: Porunorgasmodiario.com , Eldiario