Aún quedan especímenes que creen que son el rey dentro de su castillo y que su esposa les debe algo menos que obediencia. La tienen a sus órdenes, se quejan de lo que hacen mal (cuando ellos no mueven un dedo), creen que las tareas del hogar son cosa de ella y se pasean por su matrimonio (o noviazgo) como si fueran el gallo del corral.
¿ Qué sucede con estos hombres?
Cerebro en sitio incorrecto |
Que no contentos con ejercer este poder sobre sus mujeres, quieren ejercerlo sobre las demás. Cuando salen por las puertas de su casa se comportan como todas las mujeres como se comportan con la suya. Así que sí: me importa mucho cómo tú lidies con estos energúmenos porque cuando se alejan de ti, somos las demás las que los soportamos. Mientras estos hombres sigan teniendo un sólo lugar donde se puedan comportar como un dictador, querrán seguir siéndolo con el resto del mundo y si yo voy a sufrir las necedades de estos individuos, que sepas, que probablemente no te guste lo que veas.
Son hombres que, como tienen a sus esposas escondidas bajo esa especie de tutela de menores de edad, se creen que las demás vamos a hacerles caso simplemente porque ellos son el hombre. Te hablan con prepotencia, nunca tienen tu palabra por válida, buscan la de tu novio o la de otro hombre. Creen que tú vas a tolerar el lenguaje, las bromas que usan con su pareja y que no vas a ver nada malo en su comportamiento.
Pues os equivocáis. No todas las mujeres somo como la vuestra. Algunas despertamos hace mucho tiempo y nos dimos cuenta que no somos ni más ni menos que vosotros. No os consentimos ni una mala palabra, ni una broma ni una tontería. No nos callaremos ante la necesidad que sentís de propagar vuestro poder más allá de vuestras casas.
Por eso me importa que tú no consientas ese trato: porque si luego lo va a hacer conmigo, no te extrañe que mi mente busque cómo se comporta contigo. Porque tarde o temprano me daré cuenta de todo. Y eso llevará un conflicto, sobre todo si somos personas cercanas.
Porque mientras tú consideres que todo el normal y yo no, quizá veas que algo falla y ese fallo sólo está en dos direcciones: o es mío o es tuyo.
Son hombres que, como tienen a sus esposas escondidas bajo esa especie de tutela de menores de edad, se creen que las demás vamos a hacerles caso simplemente porque ellos son el hombre. Te hablan con prepotencia, nunca tienen tu palabra por válida, buscan la de tu novio o la de otro hombre. Creen que tú vas a tolerar el lenguaje, las bromas que usan con su pareja y que no vas a ver nada malo en su comportamiento.
Pues os equivocáis. No todas las mujeres somo como la vuestra. Algunas despertamos hace mucho tiempo y nos dimos cuenta que no somos ni más ni menos que vosotros. No os consentimos ni una mala palabra, ni una broma ni una tontería. No nos callaremos ante la necesidad que sentís de propagar vuestro poder más allá de vuestras casas.
Por eso me importa que tú no consientas ese trato: porque si luego lo va a hacer conmigo, no te extrañe que mi mente busque cómo se comporta contigo. Porque tarde o temprano me daré cuenta de todo. Y eso llevará un conflicto, sobre todo si somos personas cercanas.
Leer Artículo: "ÉL NUNCA ME PEGÓ, NO LE HIZO FALTA" |
Porque mientras tú consideres que todo el normal y yo no, quizá veas que algo falla y ese fallo sólo está en dos direcciones: o es mío o es tuyo.
Texto extraído de: mujerteniasqueser.wordpress
No hay comentarios :
Publicar un comentario