Y apareció ese libro, maravilloso libro, Cásate y sé sumisa.
Pero no os rasguéis las vestiduras porque la explicación es bien lógica: “Y, entre nosotras, podemos decirlo: debajo siempre se coloca el que es más sólido y resistente, porque quien está debajo sostiene el mundo”
Ya estoy más tranquila. Porque la mujer es quien está debajo, como unos sólidos bloques de hormigón armado que puede soportar tifones y tempestas. Es la base de la familia, la base que va a aguantar lo que sea que suceda. Y se supone que esto ha de ser algo bueno para las mujeres casadas. Claro que sí.
He estado leyendo cosas del libro en Internet, tanto en páginas católica como en laicas, y de verdad, la pena se extiende en el resumen de un libro así. Qué pena que el gobierno ¿no pueda o no quiera? hacer nada contra esto. De qué sirve que se luche contra la violencia de género si se puede publicar en España un libro que hable de sumisión.
¿ Sumisión? Yo no soy sumisa a nadie y menos en la pareja. ¿ De dónde se saca que la mujer deba ser sumisa a su marido? ¿ En qué cabeza enferma cabe que un ser humano ha de deber obedIencia a otro ser humano? Muy penoso.
Mucha gente me dice que me case incluso ha puesto en duda que yo quiera a mi pareja porque no quiero pasar por el altar. Como comprenderéis a mí me entra por una oreja y me sale por la otra.
Pero lo triste ya no es este libro, lo triste es que en mi experiencia, excepto un par de parejas casadas que conozco, el resto son todas cortadas por el mismo patrón del matrimonio tradicional. Gente de mi edad, un poco mayor que yo, no importa. La gente te vende la moto de que sigas la tradición porque el amor es ese compromiso, no entienden otras formas de vidas, libres y plenas, sin pasar por firmas. Te dicen que no, que los matrimonios de hoy no son como los de antes, pero se engañan.
Veo a mujeres presionadas por maridos antiguos que les exigen tener bien las tareas del hogar, mujeres que viven a su sombra, bajo su presión.
Veo a maridos ninguneados por esposas que se creen que lo contrario al machismo es ser una hitler con un marido al que no sé si aman o es que buscaban tener un esclavo a su servicio.
Me da igual. La gente que conozco se casa y se convierte en Mercedes y Antonio de Cuéntame. Y es así. EllXs no lo ven porque se engañan, se creen que eso es lo normal y lo que hay que hacer, pero no. Hay vida más allá del matrimonio. No lo dudéis.
Mucha gente me dice que me case incluso ha puesto en duda que yo quiera a mi pareja porque no quiero pasar por el altar. Como comprenderéis a mí me entra por una oreja y me sale por la otra.
Pero lo triste ya no es este libro, lo triste es que en mi experiencia, excepto un par de parejas casadas que conozco, el resto son todas cortadas por el mismo patrón del matrimonio tradicional. Gente de mi edad, un poco mayor que yo, no importa. La gente te vende la moto de que sigas la tradición porque el amor es ese compromiso, no entienden otras formas de vidas, libres y plenas, sin pasar por firmas. Te dicen que no, que los matrimonios de hoy no son como los de antes, pero se engañan.
Veo a maridos ninguneados por esposas que se creen que lo contrario al machismo es ser una hitler con un marido al que no sé si aman o es que buscaban tener un esclavo a su servicio.
Me da igual. La gente que conozco se casa y se convierte en Mercedes y Antonio de Cuéntame. Y es así. EllXs no lo ven porque se engañan, se creen que eso es lo normal y lo que hay que hacer, pero no. Hay vida más allá del matrimonio. No lo dudéis.
Texto extraído de: mujerteniasqueser.wordpress
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